Sería el sábado 28 de octubre de 1989 cuando Black Sabbath, la mítica banda de heavy metal, se presentaría en el estadio Nou Camp en León, Guanajuato. Un evento cancelado ante la presión de la sociedad, al considerar que incitaría al consumo de drogas y al vandalismo.
Todo comenzó a mediados de 1989 cuando la empresa Plustar, la cual había traído a Santana al Nou Camp de León, anunció que llegaría a México la banda Metallica, pero nunca existió una fecha oficial, pero fue tal la expectativa que se generó, que la empresa buscó a la agrupación para realizar al menos dos conciertos en México, pero no había fechas disponibles. Entonces se anunció la presentación de Black Sabbath para el 28 de octubre de 1989.
Para ese entonces Black Sabbath estaba conformada por Tony Martin en las vocales, Cozy Powell en la batería, Neil Murray en el bajo, Geoff Nicholls en los teclados y Tony Iommi en la guitarra. Promocionaban el disco “Headles Cross”.
Se planteó que la entrada sería general con un costo de 40 mil pesos, de aquellos años.
Los organizadores no contaron con que la sociedad leonesa de ese entonces, se opondría al concierto, pues lo consideraban un espectáculo que incitaba al consumo de drogas y motivaba a realizar actos vandálicos en la ciudad.
La Diócesis de León se pronunció también ante la expectativa que generaba el concierto, catalogó al evento como espectáculo que buscaba la perdición de los valores, donde los jóvenes se volvían locos tan solo por asistir.
Durante octubre de 1989 en diversas publicaciones se calificó a Black Sabbath como uno de los grandes exponentes de rock satánico, con alto grado de perversión y depravación.
Fue el 14 de octubre cuando el municipio de León entregó a la empresa organizadora la negativa del permiso, alegó que no se contaba con los suficientes elementos para garantizar la seguridad del evento, y precisó que al término del concierto de Santana se registraron daños a comercios y robos a mano armada contra ciudadanos pacíficos.
A unos días del evento, la empresa “Plustar” informó que les cancelaron el contrato del estadio de León, por lo que se analizaba cambiar el evento a Salamanca o Celaya, pero los desplegados y declaraciones no tardaron en llegar.
El Gobierno del Estado también estaba al tanto para revocar los permisos y evitar que el concierto se realizara en algún municipio de Guanajuato. A unos días de realizarse el evento los organizadores buscaron sedes alternas, entre ellas el Estadio Plan de San Luis, en San Luis Potosí, pero los permisos tampoco prosperaron.
Finalmente el 27 de octubre de 1989 los integrantes de Black Sabbath realizaron una rueda de prensa en la Ciudad de México donde se anunció la cancelación definitiva del concierto.
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