Más de 60 organizaciones civiles de todo el país solicitaron a la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA) que intervenga para frenar el proyecto denominado City Center que se construye en el parque Los Cárcamos, en León, al advertir que su desarrollo genera y generará impactos ambientales muy significativos.
Gustavo Lozano, de la asociación “Acción Colectiva”, refirió que la petición para la la aplicación efectiva de la legislación ambiental hecha al CCA, se sustenta en que el Municipio de León autorizó de forma ilegal la construcción ya que no eran competentes para evaluar y autorizar su impacto ambiental, de acuerdo con la Ley general del equilibrio ecológico y la protección al ambiente que otorga tal atribución a los estados y a la Federación.
Además, indicó que la Dirección de Gestión Ambiental no consideró en forma adecuada los efectos del proyecto en el medio ambiente y que, en suma, violó el procedimiento de evaluación de impacto ambiental.
La petición fue presentada el pasado 16 de abril, y la instancia resolverá en un plazo de 30 días hábiles si procede o no dicha petición.
“La Comisión para la Cooperación Ambiental primero deberá determinar si hay suficientes elementos para pronunciarse, y si sí, pues deberá emitir una observación al Estado mexicano para que recomponga el camino, y suspenda la obra o el proyecto City Park”, explicó.
En tanto, la bióloga, Gabriela Arreola, directora de la organización “Red Alebrije”, subrayó que, contrario a lo que sostiene la empresa “México Retail Properties”, desarrolladora del City Center, y diversas autoridades, el cuerpo de agua del parque Los Cárcamos sí es un humedal, e incluso así lo establecen documentos que integran la Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto.
Además, advirtió que la edificación de las torres del megaproyecto provocará que aves que habitan en esta zona choquen con ellas por los trayectos que realizan entre el Parque Metropolitano y Los Cárcamos, y pese a ello, la empresa solo propone un plan de manejo para cuatro especies, cuando en realidad hay otras más como el pato mexicano y el águila pescadora, que también están protegidas por la Norma Oficial Mexicana de la Semarnat.
También lamentó que el humedal ya está siendo contaminado con químicos, que hacen que el agua tenga una especie de capa grasosa.
“La semana pasada tuvimos una reunión con vecinos y usuarios de la zona y ya tienen muchas fotos y videos de cómo ha estado creciendo esta especie de nata de grasa, de aceites, que se han estado vertiendo en el humedal; también se ha dado seguimiento a este caso de las mangueras que no sabíamos si metían o sacaban agua, finalmente parece que están introduciendo aceites que cada vez son más visibles en el cuerpo de agua y que por otro lado también se ha deteriorado la vegetación, sobre todo de plantas acuáticas como el tule”, aseguró.
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