El segundo programa estatal de apoyos a empresas por parte de Fondos Guanajuato, para el cual se tienen 3 mil millones de pesos, ha avanzado de mejor forma que el primero, pero aún hay lentitud en la entrega de los recursos, pues entre que un crédito es autorizado y el dinero llega al solicitante, llegan a pasar hasta tres semanas.
Así lo señaló el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de León, José Arturo Sánchez Castellanos, quien apuntó que hasta el momento han sido autorizados financiamientos por 150 millones de pesos, aunque en total, han sido solicitados solo 1 mil 300 millones de pesos de los 3 mil millones disponibles.
Esto se puede deber a dos causas, según explicó: se sobredimensionó el problema o algunas empresas, conscientes de que no cumplen con los requisitos, no ingresan su solicitud de apoyo.
“Puede ser que hay empresas que hayan visto que eran créditos pero que también iban a seguir un proceso de aprobación, o sea se iba a consultar el buró, estar al corriente en el pago de impuestos y si al ver los requisitos sabes que ahí tenías un pecado pues obviamente no ibas a acceder”, declaró en entrevista.
Sin embargo, también manifestó que el principal problema que se ha visto en este segundo programa es la tardanza que hay en la entrega de los recursos.
“Donde sí hemos detectado que hay problemas es en el tiempo que pasa entre que se autoriza el crédito a cuando se entrega, ahí sí vemos que hay tiempos muertos en donde no se pasa el expediente al notario, en lo que el notario prepara todo el contrato, en lo que se cita a los acreditados, etcétera, ahí sí hemos detectado tiempos de a veces de hasta 15 o 20 días que dura ese lapso, lo cual no debe ser”, dijo.
Sánchez Castellanos añadió que, desde su perspectiva, las reglas de operación de estos apoyos no deben cambiar, pues las garantías que pide Fondos Guanajuato son las mínimas necesarias para que no haya daño al erario e incluso se aceptan automóviles o maquinaria en garantía, y si el crédito es menor a 900 mil pesos, solo se requiere un aval y la firma de un pagaré.