El proceso penal contra Bárbara Botello por peculado, con ella sujeta a proceso y a medidas cautelares que le permiten permanecer en liberad, ha entrado a la etapa de instrucción, lejos aún del juicio y de una sentencia que la declare culpable o inocente, y por ahora solo serán ofrecidas las pruebas que habrán de desahogarse a lo largo de esta etapa.
Tras de que Botello Santibáñez fuera declarada formalmente presa para ser procesada por un peculado cometido en agravio del erario municipal de León, por un millón 577 mil pesos, ella y sus abogados lograron que la autoridad judicial modificara la medida de prisión preventiva por el depósito de una fianza por un monto de 300 mil pesos para garantizar su libertad, y por la firma periódica en el libro de registro del Juzgado Tercero de lo Penal, donde se ventila el caso.
Por ahora no hay más diligencias pendientes que el ofrecimiento de pruebas que habrán de desahogarse durante la llamada etapa de instrucción hasta que sean todas agotadas y se cierre esta.
Para ello transcurrirá tanto tiempo como resulte conveniente para el desahogo de esas pruebas.
Pero el proceso podría suspenderse si por ejemplo, Bárbara Botello impugnara el auto de formal prisión dictado en su contra o si demandara amparo contra el mismo. Ni el primer recurso ha sido interpuesto por ella, ni se conoce que haya demandado amparo.
Por otra parte, el 13 de junio habrá de acudir al Juzgado Regional del Sistema adversarial de justicia penal, para atender la audiencia en que la Fiscalía General del Estado pretenderá vincularla a proceso penal por un peculado que rondaría los 20 mil pesos, presuntamente cometido también en agravio del erario municipal leonés.
A dicha audiencia acude citada por la autoridad judicial, no en calidad de detenida.
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