El delegado del IMSS en Guanajuato, Marco Antonio Hernández Carrillo, reconoció que uno de sus trabajadores cometió un error que derivó en que el cuerpo de una mujer fuera cremado sin la autorización de sus deudos, quienes a su vez recibieron el cuerpo de una persona que no era el de su familiar.
Fue el 16 de febrero cuando la señora Sanjuana Pacheco falleció en la clínica T-21 del IMSS en León. Un familiar suyo identificó su cuerpo, pero el protocolo establece que un trabajador del IMSS debe cerciorarse de ello, lo cual no sucedió como tal, según explicó Hernández Carrillo.
Esta situación provocó que el cuerpo de Sanjuana fuera cremado, y sus familiares recibieran el cuerpo de una persona que no era ella.
“El protocolo indica que debe haber un acompañamiento hasta estar a un lado del cuerpo para que de parte del trabajador del IMSS, junto con el familiar, se pueda ver el rostro del cuerpo, se constate por parte del trabajador que el familiar sí lo vio adecuadamente, esa parte no se pudo constatar porque el servidor público que estaba haciendo el acompañamiento se quedó unos metros atrás, allí se dio la desconexión”, dijo.
El funcionario indicó que se realizó una investigación interna y, en conjunto con el Sindicato, se tomaron acciones con el trabajador que falló en el protocolo de identificación, aunque no detalló cuáles fueron.
De manera paralela, añadió, la Fiscalía local sigue con su investigación luego de que los familiares de Sanjuana decidieran interponer una denuncia por lo sucedido