El Servicio Secreto de Estados Unidos, la institución encargada de la seguridad presidencial y de dignatarios extranjeros, es una “agencia en crisis” que ha registrado más de 143 episodios vergonzosos en 10 años, sostuvo hoy un reporte legislativo.
El reporte de 438 páginas del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes concluyó que la recurrencia de incidentes muestra que el Servicio Secreto ha fracasado en corregir sus problemas estructurales.
“El presidente está en peligro, lo mejor es que se involucre personalmente en arreglar esto (…) La situación está empeorando, no está mejorando”, señaló el presidente del panel, el republicano Jason Chaffetz.
El Servicio Secreto ha sido objeto de fuerte escrutinio público y legislativo en medio de críticas de que mantiene una cultura permisiva que derivó en el “Prostigate”, cuando agentes contrataron prostitutas durante de la Cumbre de las Américas en Colombia en 2012.
El incidente del “Prostigate” motivó en su momento la salida de su directora Julia Pierson, quien fue remplazada por su actual director, el exagente Joe Clancy.
En los últimos cinco años se han registrado al menos 16 incidentes en que sujetos traspasan la reja de seguridad de la Casa Blanca. A raíz de los problemas, la residencia ejecutiva tiene ahora un perímetro adicional de rejas de seguridad y vigilancia más visible.
Pero el nuevo reporte legislativo no solo incluye los incidentes conocidos, sino presenta detalles de al menos otros 13 episodios que se habían mantenido fuera del conocimiento público.
Por ejemplo, dos personas lograron vulnerar la seguridad del Servicio Secreto y penetraron la Casa Blanca sin ser detectadas.
En octubre del año pasado, una mujer logró penetrar el cordón de seguridad presidencial y acercarse al presidente Barack Obama, quien se encontraba detrás del escenario durante la cena del Grupo Legislativo Hispano de la Cámara de Representantes.
En otro incidente, en septiembre de 2014, un sujeto se hizo pasar por legislador y logró hablar con el presidente estadunidense durante una ceremonia de premiación de la fracción afroamericana del Congreso.
En 2013, un grupo de pescadores entró al lago aledaño a la casa del vicepresidente Joe Biden en Delaware sin ser detectados por el Servicio Secreto, hasta que las autoridades fueron alertadas por los vecinos.
En descargo de la agencia, los demócratas miembros del Comité señalaron que si bien el Servicio Secreto cuenta con más de seis mil agentes, se trata de un número menor que el año pasado, a consecuencia de los recortes automáticos acordados por republicanos y la Casa Blanca.
“Para revertir estas tendencias problemáticas, se requerirá bipartidismo y un trabajo creativo del Congreso y de la agencia para asegurar que el Servicio Secreto sea ágil, efectivo y respetado”, señaló el demócrata de más alto rango, Elijah Cummings.