Mientras el niño Luciano perdió la vida por quemaduras, su madre permanece hospitalizada, delicada, y el supuesto responsable hospitalizado también en grave estado, comerciantes de la plaza, frente al Hospital General Regional, señalan que las autoridades municipales son omisas para poner orden en ese lugar, donde adictos y ladrones roban a ciudadanos y comerciantes. La caseta de Policía resulta inútil para imponer el orden.
Este lunes, en un recorrido por el área jardinada llamada oficialmente Parque del Hospital General Regional de León, donde los familiares del enfermos internado en el mismo pasan las horas y los días en espera de noticias y para asistir a los pacientes, comerciantes de la zona dieron testimonio de la situación que se vive.
Advertencias desoídas.
Por una parte señalan que las autoridades municipales han recibido reportes y peticiones para que sean retirados de la zona los adictos que tomaron la zona como su territorio y que cometen robos.
Pasan por los puestos pidiendo que les regalen algún alimento y si se los niegan se disgustan y lo roban.
Hay quienes se inclinan a pensar que el ataque que sufrieron en su tienda Luciano, de 13 años de edad y su madre, con el atentado incendiario que costó la vida al niño, se habrá derivado de que el ahora supuesto responsable pedía constantemente que le regalaran o robaba.
Esto no ha sido confirmado por las autoridades ministeriales.
Añaden que por las noches, a las personas que se quedan dormidas les roban sus pertenencias.
No son indigentes, son delincuentes -aseguran los comerciantes- y atribuyen esa condición sin distingo a numerosos hombres que asisten en esa zona, sin empleo y solicitando dádivas.
Añaden que todos ellos son conocidos por los comerciantes y al paso de unos y otros los señalan.
Conflictos.
El dirigente de ese gremio, René Morales García habló sobre la situación y reiteró que las autoridades municipales han hecho caso omiso a los reportes y peticiones, pero además ya ha habido conflictos, sin que la autoridad imponga el orden.
Señaló que hace casi tres semanas se suscitó una riña a golpes entre comerciantes y adictos, de la que resultó al menos una persona lesionada por el bando de los supuestos delincuentes, y ahora hay riesgo de represalias.
Esa situación y peticiones expresas para que retiren a adictos de esa zona las autoridades municipales no han tenido ninguna respuesta no acciones policiales.
En el mismo Parque del Hospital General de León, existe una caseta de la policía preventiva con personal de esa corporación pero algunos comerciantes la consideran inútil.
La atienden policías administrativos que, por lo visto, no tiene preparación o facultades para intervenir en casos de delitos o conflictos y el hecho es que no intervienen.” Señalan.
Una agente que presta allí su servicio, ante las denuncias, se refugia en la caseta y reporta lo que ocurre para que intervengan patrulleros, según indican.
Les advertimos que la situación con estos adictos y delincuentes es peligrosa y allí tienen ya el caso de Luciano y su mamá. ¿Necesitan otra tragedia para intervenir? cuestionan.
La investigación.
Mientras Luciano, a sus trece años perdió la vida por las quemaduras que provocó el hombre ahora detenido, su madre, Alejandra Salazar permanece hospitalizada y es reportada delicada por quemaduras.
Ella misma habría podido proporcionar un breve testimonios sobre lo ocurrido en su tienda de abarrotes, en la que se encontraba con su hijo cuando fueron agredidos.
El supuesto responsable, de quien no ha sido confirmada la identidad, permanece hospitalizado y es reportado grave, sin que los investigadores ministeriales tengan acceso a él para interrogarlo.
Permanece en calidad de detenido, con custodia policial a casi 48 horas de que fueran cometidos los hechos que le imputan.
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