Los morenistas en Guanajuato arrancan el 2020 bajo el signo del conflicto.
El diputado local, Ernesto Prieto Gallardo, y la secretaria general en funciones de presidenta Alma Alcaraz Hernández se disputan el control de la dirigencia estatal del partido en los tribunales, mientras en los medios, lanzan comunicados ostentándose ambos como los dirigentes formales.
En los últimos días de diciembre, Alcaraz Hernández emitió un pronunciamiento en el que desacredita las acciones del grupo de Prieto, que entre noviembre y diciembre convocó a la renovación de Consejo, y designó a los titulares de 3 carteras pendientes en el Comité Ejecutivo Estatal.
Estas 3 carteras que son las de Asuntos Indígenas y Campesinos, Producción y Trabajo, y Mujeres, vacantes por Fallecimiento, Inhabilitación y Renuncia Respectivamente, son claves porque le dan mayoría al diputado local, facilitan su regreso al comité estatal y por consiguiente su calidad de presidente del partido.
Cabe recordar que Prieto tuvo que solicitar licencia al cargo de jefe de partido cuando fue electo diputado plurinominal local porque los estatutos de Morena prohíben de manera expresa desempeñar un cargo de elección popular y otro partidista de manera simultánea.
Recientemente Prieto impugnó en los tribunales su reinstalación en el comité estatal y la Sala Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dijo que no podía pronunciarse sobre su reincorporación y que en todo caso la decisión de dejar sin efectos su licencia al cargo, le compete al comité estatal.
Este apartado de la resolución del Tribunal empujó a Prieto a promover la convocatoria al consejo y los nombramientos del comité estatal que le da mayoría.
En el comunicado emitido por el grupo de Alma Alcaraz a finales de diciembre se califica de ilegales estas acciones y anuncia que en enero se pedirá al CEN de Morena designe sustitutos temporales de las 3 carteras pendientes pues el comité estatal de Prieto a quien no menciona por su nombre es apócrifo.
La lucha entre Alcaraz y Prieto por el control de la dirigencia estatal se dirimirá en los tribunales electorales y en el propio partido.
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