Dice el dicho que mal empieza la semana quien ahorcan el lunes, y aunque no fue lunes, sino martes, mal comenzaron el 2019 quienes por propia mano dieron lugar a su detención por conducir vehículos de motor mientras se encontraban en estado de ebriedad, en León. Concretamente 16 automovilistas inauguraron los rigores del nuevo Reglamento de Tránsito en esa materia.
Esos fueron los resultados del Operativo Alcoholímetro desplegado desde la noche del 31 de diciembre y hasta la mañana del primero de enero, de acuerdo con el recuento dado a conocer por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de León.
En la exageración publicitaria que nunca le falta en sus comunicados, la SSPL asegura que salvaguardó la vida de 16 ciudadanos que conducían con algún grado de alcohol durante la noche del 31 de diciembre y las primeras horas del 2019.
El hecho concreto es que el Operativo Alcoholímetro detectó y arrestó a esa cantidad de automovilistas conduciendo automotores después de ingerir alcohol en niveles prohibidos por la ley municipal de vialidad.
En concreto, once fueron trasladados a los separos policiales por conducir en estado de ebriedad incompleta y seis porque lo hacían en estado de ebriedad completa, con serio riesgo para ellos mismos y para otras personas.
De todos ellos 14 permanecían arrestados en la Central de Policía Poniente y dos en la Norte, según confirmaron las autoridades.
Pero en esta ocasión, y todo mundo sabía que así sería, ya no pudieron pagar multa para obtener su libertad, sino que les fueron decretados arrestos inconmutables que van de 20 a 36 horas como máximo.
Arrestos que debía cumplir necesariamente cada uno de esos automovilistas.
Desplazados, o al menos pospuestos, quedaron la familia, los festejos, la convivencia, los compromisos, el trabajo con todo los riesgos que implique faltar al mismo.
Esa modalidad de sanción a conductores ebrios combatirá y educará a los leoneses en la observancia de las reglas de vialidad, apuestan las autoridades.
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