Estados Unidos y la Unión Europea (UE) firmaron hoy un nuevo acuerdo para gestionar las transferencias a territorio norteamericano de datos personales de los ciudadanos europeos con fines comerciales.
Conocido como Privacy Shield (Escudo de Confidencialidad, del inglés), el nuevo marco jurídico remplaza el Safe Harbour (Puerto Seguro), invalidado por la máxima corte europea en octubre de 2015, a raíz del espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional estadunidense (NSA) revelado por Edward Snowden.
“El nuevo marco restablecerá la confianza de los consumidores cuyos datos sean transferidos al otro lado del Atlántico”, aseguró en conferencia de prensa la comisaria europea de Justicia, Vera Jourova, quien firmó el pacto, en Bruselas, junto con la secretaria de Comercio estadunidense, Penny Pritzker.
Jourova afirmó que Privacy Shield aporta normas de protección de datos más estrictas y de mejor aplicación, salvaguardias en cuanto al acceso que el gobierno puede tener a los datos almacenados y facilidades para los ciudadanos que quieran quejarse de abusos.
Las compañías de internet quedan obligadas a pedir el consentimiento de los usuarios europeos antes de recoger sus datos personales.
Los usuarios, por su parte, deberán informarse sobre sus datos almacenados por una empresa estadounidense y exigir que se corrijan en caso de que se identifiquen errores.
Entre las informaciones protegidas se incluye aquellas que pueden identificar a un individuo de forma directa (nombre, apellidos o foto) o indirecta (número de tarjeta de crédito).
Por otra parte, el acuerdo no impone un límite al período que las empresas estadunidenses podrán conservar los datos de los ciudadanos europeos, sólo les obliga a no utilizarlos para fines distintos de aquellos originalmente previstos.
Otro punto polémico es que las reglas sólo se aplicarán a las empresas que decidan voluntariamente adherirse al Privacy Shield.
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