Un hombre cuyo cadáver fue encontrado al menos tres días después de su muerte, en el interior de su casa, de la colonia Bellavista, falleció por un infarto y no hay delito que perseguir, en tanto que el cuerpo de otro hombre, que falleció este lunes frente al colegio Miraflores por la misma causa, permanece sin ser identificado en las instalaciones del Servicio Médico Forense.
Así lo informó este martes el director de fiscales investigadores del fuero común, Ignacio Pérez Ruiz, al referir los hallazgos encontrados por los médicos legistas al servicio de la Procuraduría General de Justicia, al hacer observaciones legales del cadáver de Juan Antonio Martínez Hernández, de unos 50 años de edad.
El cuerpo de este hombre fue levantado del interior de su casa en la calle República de Cuba 601 de la colonia Bellavista la noche del lunes, tras al menos tres días del fallecimiento y cuando ya presentaba avanzado estado de descomposición.
El funcionario señaló que Martínez Hernández murió por infarto agudo al miocardio y descartó por esa causa la comisión de un delito y la apertura de averiguación previa.
No Reclaman otro cadáver.
En otro caso, el cuerpo de un hombre que murió en la vía pública, frente al colegio Miraflores, la mañana del lunes, también por infarto agudo al miocardio, permanece depositado en las instalaciones del Servicio Médico Forense sin que nadie lo haya identificado y reclamado.
Fue un hombre de aproximadamente 65 años de edad cuyo deceso motivo la intervención del Ministerio Público el lunes por la mañana para determinar si la muerte implciaba la comisión de un delito o no.
Este martes, el mismo funcionario reiteró que el hombre no ha sido identificado; que murió por infarto agudo al miocardio, y señaló que el Ministerio Público mantiene el cuero depositado en el Servicio Médico Forense en espera que acudan familiares a identificarlo y reclamarlo.
Sobre el cuerpo sólo mencionó que vestía una playera blanca, tenis gris y usaba bigote. Añadió que por su vestimenta, pareciera que estaba haciendo deporte cuando lo sorprendió al muerte.