Guanajuato es el sexto estado más poblado del país, pero a pesar de ello, no está dentro de los seis que más impuestos propios recaudan, reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) en su “Reporte de ingresos estatales”.
El estudio, elaborado con las estadísticas de finanzas públicas del INEGI y presupuestos estatales, es un diagnóstico sobre el origen de los recursos públicos con los que cuentan las entidades federativas, las cuales dependen fuertemente de la Federación.
Muestra de ello es que, en promedio, 83 de cada 100 pesos que gastan las administraciones estatales, provienen de transferencias del gobierno federal.
En el caso de Guanajuato, de los 89 mil 298 millones de pesos estimados en la Ley de ingresos para este año, al menos el 67% serán provistos por la Federación.
El Imco resalta además que del total de los ingresos por impuestos, solo el 4% es recaudado por los gobiernos estatales, y del 96% restante se encarga la administración federal, aunque también critica que las entidades, de los 17 impuestos que pueden recaudar, en promedio solo cobran siete.
En este rubro, Guanajuato cobra ocho, ubicándose en segundo lugar nacional, solo por debajo de Chihuahua, que tiene nueve.
Sin embargo, nuestro estado está situado en noveno lugar en cuanto a recaudación de impuestos propios, pues en 2019 obtuvo de ellos 4 mil 373 millones de pesos -el 86% vía Impuesto Sobre la Nómina-, cuando estados como Puebla, Tamaulipas y Veracruz lograron ingresar más recursos por este concepto.
Por lo anterior, el Imco recomienda que los estados hagan efectivos más tributos contemplados ya en la ley como el Impuesto sobre Actividades Mercantiles o por Explotación de minas, pero también modificar o crear impuestos progresivos, reducir el gravamen del trabajo asalariado formal y aumentar impuestos que demuestren ser progresivos y verdes (tenencia o impuestos a la extracción de minas).
Asimismo, puntualiza que sí es necesario revisar el pacto fiscal.
“Llevar a cabo la revisión del pacto fiscal y las reglas de coordinación fiscal para introducir nuevas variables en consideración para la distribución de recursos. Esto con la finalidad de crear mecanismos de competencia que incentiven la recaudación y el desarrollo económico”, señala el estudio.