La incapacidad para poner atención en sus clases virtuales o dificultar para dormir pueden ser síntomas en los niños de ansiedad o depresión provocada por la pandemia, advirtió María de la Luz Manríquez Ortega, maestra en psicología clínica y catedrática de la Universidad Ibero León.
La también integrante del Consejo de Psicólogos de León explicó que mientras los adultos generalmente cuentan con ciertos recursos y habilidades para manejar el estrés, los niños están en una etapa donde precisamente se construyen los mecanismos para poder reaccionar de mejor manera ante situaciones de crisis.
Por ello, señaló que es elemental que la familia esté atenta al comportamiento de los menores durante la contingencia sanitaria.
“Cuando la familia no cuenta con estrategias para manejar las situaciones de crisis, pues también vamos a encontrar que los menores van a estar expuestos a situaciones y contextos que no favorecerán en ellos la posibilidad de desarrollar habilidades para afrontar de manera más efectiva una situación tan crítica como la que estamos viviendo por la pandemia”, dijo.
Manríquez Ortega indicó que algunas señales de trastornos emocionales en los menores podrían ser que no duermen bien, mayor irritabilidad, llorar frecuentemente, externan de forma constante miedo o tener conductas compulsivas como lavarse muchas veces las manos o evitar el contacto con otras personas.
Asimismo, subrayó que es importante que los padres de familia, pese a las dificultades que eso representa, busquen acompañar a sus hijos en sus clases a distancia para que ellos puedan externarles cualquier duda que tengan y reducir así la ansiedad de no comprender algo que diga el maestro.
“En lo conductual, si hay un comportamiento que nos diga que el niño está teniendo mucha dificultar para concentrarse, por ejemplo, frente a la clase, pues posiblemente nos esté hablando de que el niño está ansioso porque al niño le cuesta trabajo iniciar y terminar una tarea, y si este comportamiento es frecuente -el niño constantemente se levanta, no atiende, le cuesta trabajo atender- algo nos está diciendo”, explicó.
Sin embargo, también resaltó que no es sano que los niños pasen mucho tiempo frente a una pantalla, por lo que también deben establecerse horarios para descansar, jugar y platicar sobre inquietudes que se tengan.