Una escultura en forma de paloma elaborada con el mismo material con que fue construida la Estatua de la Libertad más de un siglo atrás pasará a formar parte del acervo de El Vaticano y se sumará a los obsequios que Francisco ha recibido hasta ahora en su papado.
La efigie fue uno de los obsequios que el presidente estadunidense Barack Obama la presentó al pontífice durante el encuentro privado que ambos sostuvieron en la oficina oval, después que el Papa fue objeto de una vistosa ceremonia militar de bienvenida, reservada para algunos importantes jefes de estado.
La paloma en ascenso, un símbolo internacional de la paz así como del espíritu santo, una de las trilogías divinas en la Iglesia católica, está fabricada con metal al que se incorporaron partes de los cables utilizados en la construcción de la Estatua de la Libertad.
Los cables fueron preservados durante la restauración llevada a cabo en ocasión del centenario de la estatua, que fue completada en 1886. La escultura descansa sobre un pedestal de madera proveniente del jardín sur de la Casa Blanca, con una inscripción a propósito de la ocasión.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que este regalo único “honra la incansable promoción de su santidad a favor de los más vulnerables del mundo”.
Obama entregó también a Francisco una llave de 206 años de antigüedad de la casa que perteneció a Elizabeth Ann Seton, la primera estadunidense de nacimiento en ser canonizada por la Iglesia católica 40 años atrás.
La llave fue presentada en una pieza de mármol proveniente del santuario a Santa Elizabeth Ann Seton que se encuentra en la Basílica de la Inmaculada Concepción, donde este tarde el Papa canonizará a fray Junípero Serra.
La Casa Blanca explicó que este último regalo honra la designación por el Papa de 2015 como el año de la vida consagrada y celebra la dedicación tanto del pontífice como de Santa Elizabeth Ann Seton a abrir las puertas a los pobres, enfermos y vulnerables.