El SAPAL sí tiene pendientes obras en los alrededores del distribuidor vial Benito Juárez pero que en nada interfieren con la construcción de esta infraestructura vial, pues las obras de esta bóveda pluvial no pueden iniciar hasta que no haya un camino alterno aseguró el gerente de contratación de obra del organismo operador del agua Agustín Serrano.
El funcionario explicó que se trata de la bóveda pluvial Cañada de Sánchez con una inversión de 6 millones 270 mil pesos y se trata de un tramo de 20 metros de una bóveda por donde se desalojan las aguas pluviales que llegan de la zona del fraccionamiento Jardines del Campestre, pues este proyecto surgió a raíz de la construcción del distribuidor vial antes de que empezarán a colocarse las súper estructuras y los puentes.
Esta bóveda entonces fue iniciada y ya solo falta el cuerpo sur del bulevar Morelos en la colindancia con Jardines del Campestre, no obstante no se puede llevar a cabo hasta que no se de el visto bueno de tránsito municipal que tiene algunas condicionantes al respecto.
La razón de que hasta este momento no hayamos podido concluir esos 20 metros que tenemos sobre esa vialidad es porque esa vialidad recibe todo el flujo vehicular de los fraccionamientos residenciales, además se incorpora todo el flujo que viene de la carretera León – Lagos hacia esa parte del Morelos. A raíz de las obras todo ese flujo vehicular ha podido ser desviado, por eso no se nos ha permitido terminar esos 20 metros que de ninguna manera alteran los procesos constructivos del distribuidor vial”
Añadió que los 20 metros restantes de la bóveda cañada de Sánchez en una semana estarían terminados, pero se requiere de cerrar esa parte de la vialidad por el tamaño de las grúas y las maniobras para colocar las estructuras, por lo que hasta el momento la opción más viable es que comience a haber flujo por el distribuidor vial para poder intervenir entonces la lateral.
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