Aunque el Vaticano pretendió minimizar la importancia de una foto del Papa con un cartel invitando al diálogo entre Argentina y Reino Unido por las Islas Malvinas, el autor de esa postal reveló que Francisco sabía muy bien el significado de la imagen.
Ayer miércoles, al finalizar la audiencia pública semanal del Pontífice en el Aula Pablo VI del Vaticano, Bergoglio se dejó captar sosteniendo un cartel con la inscripción: “Es tiempo de diálogo entre Argentina y Reino Unido por Malvinas”.
El gesto no sólo incomodó a los ingleses, sino que también puso en aprietos a la estructura de comunicación vaticana, que en un primer momento intentó bajar el tono al debate asegurando que el líder católico desconocía el sentido del cartel.
“El Santo Padre ni siquiera se dio cuenta de que tenía este objeto entre sus manos. Sólo lo descubrió luego de ver la fotografía. La imagen fue tomada durante la audiencia general, cuando muchas personas le entregan objetos”, señaló en un primer momento el vicedirector de la Sala de Prensa vaticana, Ciro Benedettini.
Pero esa versión fue desmentida por Gustavo Hoyo, responsable de la campaña Diálogo por Malvinas y quien le entregó la famosa estampa al Papa.
En entrevista con reveló que su participación en la audiencia papal se dio gracias al ceremoniero vaticano, Guillermo Karcher, quien ya conocía la intención de obtener la fotografía que después dio la vuelta al mundo.
“Yo le pregunté, como tirándome al mar, si era posible alguna vez hacer la foto con el Papa y él me dijo que podía invitarme a la audiencia pública. Me dio una fecha, vine y le extendí al Papa el cartel, él lo tomó. Por supuesto que estaba consciente”, contó.
Insistió que el líder católico vio dos veces el impreso, él mismo se lo puso sobre el pecho y se giró para que los fotógrafos vaticanos captasen la imagen. Antes de despedirse exclamó: “Sigan adelante”.
Rápidamente la postal comenzó a circular en las redes sociales y se convirtió en noticia internacional, cosechando las primeras reacciones. Incluso la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, la replicó en la red social Twitter.
La mañana de este jueves 20, el mismo funcionario vaticano Benedettini volvió sobre sus pasos con una nueva declaración, esta vez por escrito y ligeramente distinta a la anterior, pero que igualmente buscó quitarle relevancia al gesto.
“La foto aparecida en muchos periódicos en la cual se ve retratado el Papa con un cartel que invoca al diálogo entre Argentina y Reino Unido por Malvinas fue tomada en el contexto de una audiencia general en la cual muchos fieles acercan al Papa varios objetos, a menudo para hacerse fotografiar”, indicó.
En el ambiente diplomático vaticano no pasó desapercibido que el comunicado del vocero se refirió al archipiélago como “Malvinas” y no “Falklands”, ya que la denominación de las islas es también motivo de disputa.
Mientras tanto, desde la cuenta de Twitter @falklands_utd se lanzó un duro mensaje: “Esperando las disculpas de @pontifex, de nuestra población de 3000 personas hay muchos católicos a los que usted decepcionó”.
Hoyo recordó que la campaña coincide con el 50 aniversario de la resolución 2065 de la Organización de Naciones Unidas que instó al diálogo entre Argentina y Reino Unido. Precisó además que otros presidentes, como el boliviano Evo Morales, ya se sumaron.
“¿Quién puede estar en contra del diálogo? Y… los ingleses. Pero fuera de eso nadie podría estar en desacuerdo con el diálogo. Creo que el Papa no toma este tema como argentino. Tampoco le pedimos que sea intermediario, sino sólo un apoyo al diálogo entre dos países para resolver un conflicto”, afirmó.
“Al posar con el cartel es evidente que el Papa tomó una posición y eso podría generar algún tipo de controversia, pero no se puede decir que fue obligado a hacerlo. Nosotros lo invitamos a sumarse a esa campaña y él con mucha buena voluntad lo hizo”, estableció.
Ubicadas en la plataforma continental de América del Sur, en medio del llamado Mar Argentino, las Malvinas fueron ocupadas por las fuerzas británicas en 1833. La disputa por ese territorio entre Argentina y el Reino Unido provocó una guerra en 1982.