Hoy viernes, el Parlamento escocés aprobó la prohibición del castigo físico a niños, con lo que se convierte en el primer país del Reino Unido en implementar esa medida.
En la actualidad, la ley le permite a los papás y cuidadores utilizar fuerza física razonable para educar a sus hijos.
Con esta prohibición se envía un mensaje de que la violencia no es aceptable en ningún entorno y para ningún fin.
Los miembros del Parlamento de formación conservadora se opusieron a la nueva ley y que se podría criminalizar a los papás que usan castigos razonables a sus hijos.
El primer país que prohibió los golpes a los niños en casa fue Suecia en 1979.
Las asociaciones que defienden a los menores apoyaron desde un inicio la propuesta; ahora los papás que golpeen a sus hijos podrán enfrentar cargos criminales y más aun les ocasionan moretones, cortes o rasguños.
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