Tres protestas convergieron ayer a las puertas del Palacio Legislativo local previo a la última sesión del pleno del Congreso del Estado y ameritaron la presencia de un centenar de policías antimotines para contener a los manifestantes.
La protesta más ruidosa fue la de simpatizantes de Morena quienes, encabezados de su dirigente, Alma Alcaraz hicieron una clausura simbólica del Congreso local, inconformes por el proceso de aprobación de la Fiscalía General que derivó en la ratificación del apoyo de la fracción del PAN al procurador Carlos Zamarripa Aguirre.
Los policías de las Fuerzas de Seguridad cerraron el paso a los manifestantes que no pudieron ingresar al vestíbulo del Congreso. Salvo gritos, consignas, algunos empellones y jalones, el asunto no pasó a mayores.
Tras unos minutos, la dirigente de Morena Alma Alcaraz pudo pasar la barrera de policías y colocar cadenas y cinta en las puertas de acceso del Congreso. Antes, le acompañaron en los pronunciamientos los diputados locales Ernesto Prieto y Magdalena Rosales.
Por otra parte, motociclistas de varios municipios se apostaron frente al Congreso para solicitar la eliminación de la tenencia de este tipo de vehículos. Más tarde, una comisión pudo entrevistarse con Jesús Oviedo Herrera y Alejandra Gutiérrez Campos.
Por otra parte, campesinos del Comité Pro mejoramiento del Agro Guanajuatense (CPMAG) A.C. también protestaron afuera y dentro del salón de sesiones hasta donde ingresaron con pancartas.
Ellos pedían que en el Presupuesto de Egresos del Estado para el siguiente año se incluyeran dos programas: uno para el pago de luz para uso agrícola y el otro para tecnificación de riego.
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