Sin los niveles de inseguridad que se tienen actualmente en Guanajuato, el estado hubiera crecido mucho más en los últimos años, aseguró el presidente nacional de la Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther.
En conferencia de prensa virtual, el líder empresarial reconoció que Guanajuato es uno de los estados con mayor desarrollo al ubicarse en una región del país altamente competitiva; sin embargo, apuntó que la violencia en la entidad ha inhibido su crecimiento.
“Ciertamente el tema de la inseguridad es un inhibidor del desarrollo, se podría haber crecido mucho más si este flagelo no estuviera presente, pero creo que algo que ayuda es el hecho de que hay una visión compartida de que hay que desarticular a los grupos criminales, que se tiene que asegurar que no perturben el desarrollo económico y en general la vida en las comunidades”, dijo.
Particularmente sobre el tema de las extorsiones, el dirigente de la Coparmex en León, Alberto Ruenes, sostuvo que la gran mayoría no pasan de llamadas telefónicas, mientras que el líder empresarial del organismo en la región Irapuato-Salamanca, Antonio Rivera, indicó que si bien en la ciudad fresera este no es un problema grave, en Salamanca sí.
“En Salamanca las autoridades no se han puesto de acuerdo en trabajar en conjunto y eso es un gran problema de ese municipio, la descoordinación que hay en la autoridad municipal con el estado y a la vez con la Federación. Creemos que si queremos bajar la delincuencia la sociedad con los tres niveles de gobierno tenemos que trabajar mucho”, comentó.
En otro tema, Gustavo de Hoyos sostuvo que si el gobierno federal mantiene la tendencia de centralizar año con año la mayor cantidad de los recursos recaudados y destinar cada vez menos a las haciendas estatales, las entidades no tendrán otro camino que solicitar deuda pública para cubrir los gastos elementales.
No obstante, consideró que el Gobierno federal no castiga en particular a Guanajuato ni hace un sesgo partidista al distribuir su presupuesto, sino que es su manera “neocentralista” de manejarlo.
“No me atrevería a decir, porque no tengo los elementos para ello, que hay una agenda de segregación por parte del Gobierno federal o de afectación en específico a tal o cual estado, creo que más bien es una visión sistémica del Gobierno federal de pretender tener una absoluta concentración de todas las decisiones y de todos los gastos”, dijo.
