En 11 meses de 2021, la cifra de operadores del Sistema Integrado de Transporte en León que reprobaron las pruebas de antidopaje superó en 50 % la que se registró en el mismo periodo del año pasado.
De acuerdo con el Reglamento de Movilidad del municipio, los concesionarios del servicio de transporte público deben programar a todos sus conductores, incluyendo los de nuevo ingreso, para someterlos a la práctica de exámenes médicos y de detección de consumo de drogas, enervantes o psicotrópicos de cualquier tipo, por lo menos cada seis meses.
Los resultados deben ser notificados a la Dirección General de Movilidad, y en caso de salir positivos, puede suspender los derechos derivados de la cédula de operador.
Para que estos operadores puedan reincorporarse al servicio, los concesionarios están obligados a acreditar, con certificado expedido por institución pública autorizada, que dichos operadores se encuentran rehabilitados respecto de las sustancias a las que hayan resultado positivo.
De enero a noviembre, 12 operadores del SIT salieron positivos en la prueba de antidopaje, cuando en ese mismo periodo de 2020 habían sido 8. Al finalizar aquel año, la cifra final fue de 11.
Sin embargo, en 2020 y en 2021 se observó una incidencia mucho menor en relación con los años anteriores.
En 2016, 29 conductores reprobaron los exámenes antidopaje; en 2017 fueron 30. Un año después, la cifra bajó a 22, pero en 2019 volvió a subir y fueron 28, mientras que en 2020 se redujo a 11, y en 2021, a reserva de conocer los datos de diciembre, eran 12 los conductores reprobados.