El avance y reconfiguración de grupos delincuenciales en Guanajuato es uno de los factores que han propiciado que sea la entidad con más casos de menores asesinados, pero no el único, advirtió la directora ejecutiva de la Red Nacional por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Tania Ramírez.
El año pasado, la Fiscalía General del Estado reportó el fallecimiento de 163 menores víctimas de homicidio doloso, y de 2015 a 2021, la cifra acumulada es de 772; la mayoría ultimados con armas de fuego.
Tania Ramírez apuntó que esto está vinculado con el crimen organizado, pero también a otras problemáticas como violencia doméstica y familiar, y todo esto con un factor común: las niñas, niños y adolescentes en México son vistos como objetos que pertenecen a una familia, no como sujetos de derechos.
“El crimen organizado está reconfigurando su actuación en el territorio y eso suele dejar este tipo de datos de violencia, pero ojo, la violencia en contra de niñas, niños y adolescentes no está únicamente relacionada a crimen organizado. La cultura machista, adultocentrista de nuestro país hace que este grupo poblacional sea vulnerado en sus derechos y sea uno de los principales grupos en donde se viven las violencias por esta invisibilización”, dijo.
La directora de NIMA resaltó que las violencias que sufren las infancias no solo suceden en el espacio público, sino también al interior del hogar, y muestra de ello es el incremento notable de hospitalizaciones de niñas, niños y adolescentes que sufren violencia familiar o sexual.
Añadió que su reclutamiento por parte de grupos del crimen organizado se ve facilitada por la cultura de ver a los menores como objetos del ámbito privado, y no como individuos con derechos.
“Niñas y niños no son propiedad de sus familias, y mantener una cultura como esta es lo que está propiciando que el crimen organizado tome las vidas, en términos de su proyecto de vida, pero también literalmente, de niñas, niños y adolescentes porque no se les ubica como sujetos de derechos, no vamos a ver que se manifiestan públicamente, todo eso les deja en un grado de vulnerabilidad extrema”, dijo.
De acuerdo con un estudio elaborado por NIMA en conjunto con el Observatorio Nacional Ciudadano, en Guanajuato hay entre 10 mil y 18 mil niñas, niños y adolescentes en riesgo de ser reclutados por el crimen organizado debido a carencias educativas, así como por factores en su familia y comunidad.
Por lo anterior, Tania Ramírez señaló que de entrada hace falta tipificar específicamente el reclutamiento de menores por parte de grupos delincuenciales, pero reconoció que con solo eso no cambiará realidades que favorecen que sucede este fenómeno.
También es necesario, dijo, ir hacia las raíces de la problemática como lo son la pobreza, la falta de oportunidades, frenar el avance del crimen organizado, es decir, transformar de manera efectiva las condiciones de vida en las que crecen muchas niñas, niños y adolescentes en Guanajuato y en el país.