El director de la Alianza de Maestros, Carlos Aguirre Marín, consideró que a partir de que ambos padres de familia tuvieron que salir a trabajar, su ausencia en el hogar se convirtió en un factor que incrementó la violencia en las escuelas.
Luego de enlistar casos preocupantes de este problema como el del estudiante otomí en Querétaro que fue quemado por sus compañeros o el de una alumna en Morelia que fue golpeada en una secundaria hasta ser llevada a urgencias, Carlos Aguirre indicó que es necesario que las autoridades, junto con la comunidad educativa, apuesten por crear una cultura de la paz.
Consideró que uno de los elementos que detonaron las violencias que hoy se viven tanto dentro como al exterior de los planteles educativos, es el cada vez menor tiempo que los papás y las mamás pasan con sus hijos, por la forma en como ha cambiado la dinámica social y la necesidad de muchas familias en las que ambos deben salir a trabajar.
“En esta cultura del encuentro los padres estaban cerca de los hijos, educaban, formaban corregían, pero poco a poco, por la dinámica social, el trabajo y demás, esta convivencia se fue acotando cada vez más y al no haber esta intimidad familiar se dejaron de educar a los hijos en varios de estos temas”, dijo
Añadió que también algunos docentes han olvidado el papel formador que desempeñan en la vida de los alumnos, para fortalecer sus referentes sobre llevar un buen camino, y no solamente dedicarse a desarrollar conocimientos y habilidades.
El también coordinador de la mesa de educación en Misión Rescate México resaltó también que apenas entre el 4 y el 5 por ciento del contenido curricular en educación básica está relacionado con temas de ética y valores, por lo que aseguró que esta proporción debería incrementarse en busca de mejorar el entorno educativo.