A pesar del crecimiento en la producción y exportación de zapatos, el contrabando ilegal se mantiene como un gran freno para la industria del calzado, denunció el presidente de la CICEG, Alfredo Padilla Villalpando, al inaugurar la octagésima séptima edición de SAPICA.
En su discurso, refirió que en 2019 antes de la pandemia se fabricaban 250 millones de pares en México, de los cuales 22 millones se exportaban. Para 2020, derivado del covid, la producción cayó 34 por ciento y se perdieron 15 mil fuentes de empleo formales en la industria.
La proyección para este año es que se elaboren alrededor de 220 millones de pares y las exportaciones oscilen entre los 32 y 35 millones de pares.
Sin embargo, el líder de los zapateros resaltó que el año pasado, a pesar de la reducción en la producción nacional, se importaron 96 millones de pares, además de que la CICEG identificó la entrada de al menos 50 millones de pares mediante contrabando.
Por ello, urgió a la secretaria federal de Economía, Tatiana Clouthier, quien estaba presente en el evento, a coordinar acciones en el combate a la ilegalidad, pero también obligar a que las grandes comercializadores adquieran el producto a empresas formales para evitar que se comercialicen zapatos que ingresaron de forma ilegal.
“Invito a la Secretaria Tatiana Clouthier a que coordinemos acciones con el Gobierno Federal y que impulsemos la formalidad. Es fundamental obligar a que los comercializadores compren a empresas formales. No podemos avanzar en un escenario en donde las empresas informales sacan ventaja, perjudicando a las empresas formales en el mercado”, dijo.