Spotify limita la monetización de podcasts de ruido blanco

Spotify está tomando medidas para restringir la monetización de los podcasts de ruido blanco y sonido ambiente.

A partir del 1 de octubre, los creadores de este tipo de contenido ya no podrán incorporar anuncios pagados por Spotify para promocionar otros contenidos en su plataforma. Además, se elevará el mínimo de oyentes únicos requeridos para beneficiarse de este programa, pasando de 100 a 1,000 en los últimos 60 días.

Esta decisión busca evitar que los podcasts de ruido blanco se beneficien de incentivos económicos diseñados originalmente para productores de podcasts convencionales.

Aunque Spotify no permitirá la monetización a través de Ambassador Ads, los creadores aún podrán obtener ingresos de otras formas, como los anuncios automáticos para usuarios no suscriptos a Premium.

Curiosamente, Spotify ha expresado en el pasado su descontento con los podcasts de ruido blanco debido a su crecimiento en popularidad, incluso considerando prohibirlos en un momento dado.

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Según estimaciones internas, eliminar estos contenidos podría aumentar el beneficio anual de Spotify en 38 millones de dólares. Aunque nunca se llevó a cabo una prohibición total, queda claro que la plataforma prefiere otros tipos de contenido más rentables.

¿Qué es el ruido blanco?

El ruido blanco es un sonido, normalmente de baja frecuencia, que facilita la relajación y la conciliación del sueño en las personas. Estos sonidos hacen que el umbral auditivo alcance su velocidad máxima con lo que la corteza cerebral recibe los estímulos sonoros, pero no se llega a activar, haciendo que una persona pueda estar escuchando estos sonidos, pero sin llegar a ser molestos para poder dormir o evitar el despertarse.

En los últimos años esta “técnica” de ayuda para dormir a logrado una gran cantidad de adeptos. No es raro conocer o ver en redes sociales a una gran cantidad de personas que se valen del ruido blanco para poder conciliar el sueño, y no es de extrañar dada la gran cantidad de medios a través de los cuales se puede llegar al ruido blanco, por ejemplo, YouTube, Spotify o incluso aparatos electrónicos cuya finalidad es reproducir este tipo de sonidos.