El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, consideró que una vez que pase el clima de volatilidad internacional, el peso mexicano se revaluará de manera significativa tras haber perdido 21 por ciento de su valor frente el dólar en el último año.
En una entrevista publicada en la edición del lunes del diario The Wall Street Journal, Carstens explicó que México ha sido percibido de manera injusta por inversionistas internacionales junto a otras economías emergentes, lo que ha causado una severa devaluación de la moneda mexicana.
“Mi impresión es que ha habido cierta exageración en la reacción en particular en el tipo de cambio”, señaló el funcionario en una entrevista ofrecida en el marco del Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza.
Carstens expresó que debido a que los mercados mexicanos tienen profundidad y liquidez, los inversionistas tienden a vender activos de ese país cuando quieren deshacerse de inversiones de economías emergentes en general.
“Con el tiempo esa presión tiende a desaparecer. Eso puede dar lugar a una corrección significativa, en el caso de (la moneda de) México por ejemplo, que es algo que yo esperaría”, aseguró.
Informó que espera además ceñirse al plan de aumentar las tasas de interés de corto plazo en sintonía con la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos para asegurar que los inversionistas no vendan los activos financieros mexicanos, lo que pondría mayor presión a la baja en la moneda.
“Aún necesitamos proveer un sentido de estabilidad por algún tiempo”, precisó Carstens en torno al ritmo de aumentos de tasas de interés, y a su intención de seguir los pasos de la Fed.
Añadió: “Tenemos mucho capital invertido en México y queremos que se quede. Necesitamos estar conscientes de eso para que no sea un factor desestabilizador”.
México ha enfrentado la caída internacional de los precios del crudo, lo que ubicó en días recientes la mezcla mexicana por debajo de los 20 dólares por barril, además de que el peso tocó un nuevo fondo al venderse alrededor de los 18.80 unidades por dólar.
Cuando la Fed aumentó su tasa de interés luego de siete años en diciembre, Carstens reveló en la entrevista que en México “no podríamos arriesgarnos a no responder a ello”.
“México está estrechamente ligado a Estados Unidos. Para nosotros no es tan importante lo que otros bancos centrales están haciendo. Lo que hace el banco central de Estados Unidos es realmente importante para nosotros”, enfatizó Carstens.