En el marco de los 400 años de la muerte del dramaturgo inglés William Shakespeare (1564-1616), compañías teatrales y el pueblo donde nació el autor celebran el legado del escritor más reconocido en lengua inglesa.
El dramaturgo, nacido en Stratford-Upon-Avon, sigue cautivando a audiencias de todo el mundo con los clásicos de Hamlet, Antonio y Cleopatra, Julio César, Titus Andronicus, y Sueño de una Noche de Verano, entre otras obras.
Uno de los máximos exponentes de la cultura universal ha traspasado las fronteras del idioma a través de sus personajes y enredadas tramas que han inspirado el cine, la poesía, la filosofía y la política en todo el mundo.
Como parte de los festejos, el Consejo Británico divulgará este año en más de 70 países la multifacética obra de Shakespeare, mientras que China recibirá a la renombrada Real Compañía de Teatro, que tiene su sede en Stratford-Upon-Avon.
En honor a la frase célebre “el mundo entero es un escenario” el grupo teatral “Shakespeare’s Globe” de Londres se presentará en diferentes escenarios internacionales desde Dinamarca hasta Irak.
Además, durante el fin de semana del 23 y 24 de abril (fecha en que nació y falleció Shakespeare) serán proyectadas 37 pantallas a orillas del Río Támesis de esta ciudad con escenas de las obras del dramaturgo: Romeo y Julieta, Hamlet y Cleopatra, entre otras.
El proyecto forma parte de las celebraciones en Reino Unido para enseñar a las nuevas generaciones el legado literario y educativo de Shakespeare -desde la más reconocida historia de amor, hasta las tragedias y comedias que caracterizan la obra del autor inglés.
A cuatro siglos de su muerte, Shakespeare es considerado el mejor embajador de la literatura y el idioma inglés. Se estima que su obra es estudiada por 50 por ciento de la población mundial, de acuerdo con el Consejo Británico.
Stratford-Upon Avon también se unirá a las celebraciones con una reconstrucción idéntica de la casa que compró en ese pueblo y donde vivió durante 19 años.
El inmueble original fue demolido en 1759 por el reverendo y dueño en esa época, Francis Gastrell, quien la destruyó para no pagar impuestos.
El fideicomiso “Shakespeare Birthplace Trust” invierte en un proyecto de más de cinco millones de libras (unos siete millones de dólares) para reconstruir la casa a su estado original.
Según los expertos, el legado del autor de “to be or not to be” se puede sintetizar con las palabras de Ben Jonson, crítico literario del siglo XVII y amigo del dramaturgo: “Shakespeare no corresponde a una época, sino a todos los tiempos”.