La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordó hoy los detalles de su misión naval en el mar Egeo, diseñada para ayudar a Grecia y Turquía a frenar el flujo de migrantes indocumentados.
Los aliados decidieron que cualquier inmigrante procedente de Turquía que sea rescatado por un buque de la OTAN será llevado de regreso a territorio turco, sin importar si fue hallado en aguas turcas o griegas.
La misión de la Alianza se limitará a “proporcionar información crítica” a las autoridades griegas y turcas y a la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex), también activa en la región, con el objetivo de facilitar su trabajo.
“La tarea de la OTAN no es hacer que las embarcaciones den la vuelta”, explicó su secretario general, Jens Stoltenberg, en un comunicado.
No obstante, dejó claro que los buques aliados tienen la responsabilidad de rescatar a inmigrantes que encuentre en situación de riesgo en alta mar, una obligación universal que “se aplica a todo tipo de embarcaciones”.
La alianza transatlántica podrá actuar en aguas territoriales tanto de Grecia, como de Turquía, ambos miembros de la organización.
Mientras, las guardias costeras griega y turca actuarán cada una en sus aguas territoriales y en su espacio aéreo para evitar disputas.
El equipo aliado cuenta con cinco buques y será liderado inicialmente por Alemania.
El objetivo de la OTAN es que la misión esté plenamente operativa antes del 7 de marzo, cuando la Unión Europea y Turquía celebrarán una cumbre de alto nivel sobre la crisis migratoria, en Bruselas, Bélgica.