Guanajuato.- En San Felipe Torres Mochas, es posible comprar un pino navideño natural para la época decembrina y, una vez que esta termina, se vuelven a plantar. Uno de los productores que vende estos árboles durante todo el año es Jorge Aguirre, quien tiene más de 20 años con su plantación avalada por la SEMARNAT en la comunidad de Trojes del Terán en aquel municipio.
“Es un árbol no talado, es un árbol que se extrae vivo, se empaca bien; la tierra que lleva se llama cepellón y les enseño cómo hidratarlo para que pase Navidad en su casa”.
Se venden ejemplares como Pirul, pino piñonero y la especie de Gregi; el precio varía dependiendo del tipo de árbol y de su altura, pero hay algunos que van desde los 1.300 pesos con una medida menor a los 2 metros. Estos pinos guanajuatenses han llegado a varios estados de México, como Michoacán, Coahuila, Chihuahua, y a municipios como Irapuato, Salamanca y Silao, por mencionar algunos.
Cuando estos árboles se venden, se les orienta a las familias sobre sus cuidados para que el árbol se mantenga hidratado y se le debe buscar un padrino que será el responsable de plantarlo, cuidarlo y verlo crecer en los siguientes años.
“Después de Navidad, ellos mismos agarran el árbol y, si tienen un terreno, lo llevan a plantar o al jardín más cercano de su colonia para que el niño lo pueda visitar año con año y recordar que sus padres lo llevaron”.
Antes de su partida, cada uno de estos árboles es abrazado por el señor Aguirre, quien los despide con mucho amor, deseando que encuentren una familia que los aprecie y llene de cariño. Plantar un árbol de estos es devolverle a la madre naturaleza un poco de lo mucho que nos da, señaló el señor Aguirre, quien mencionó que todos debemos plantar al menos un árbol. “Dicen que en esta vida no te debes ir si no has plantado un árbol”, comentó.
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