Sebastián Marroquín, hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria, desde poco más de un año realiza una gira de presentaciones por diferentes ciudades de América, para concientizar a la juventud respecto a que tienen en sus manos la posibilidad de elegir su forma de vida.
En entrevista con Notimex, Sebastián, quien en realidad se llama Juan Pablo pero cambió de identidad por cuestiones de seguridad tras la muerte de su padre, aseguró que los jóvenes deben saber que la delincuencia no es un camino para seguir, que no es un modo de vida al cual aspirar.
Indicó que la intención de sus charlas es compartir con los jóvenes y padres de familia historias de su vida, con el propósito de que valoren lo que realmente es importante en el mundo.
Dijo que apoyado de imágenes y videos muestra lo que vivió en carne propia a causa de la violencia e invita al público que asiste a sus exposiciones, a darse cuenta que el glamour y el dinero que muestran series de televisión no es real, en el sentido de ser feliz.
Añadió que “las series han querido hacer creer a la juventud que el camino de la delincuencia es una actividad que vale la pena intentarlo, pero nada más falso”.
Por ello, “me acerco a los jóvenes para inspirarlos a que sigan un camino diferente alternativo, basado en las decisiones de vida que yo también elegí, pudiendo ser el Pablo Escobar 2.0 que muchos esperaban y que no sucedió”, destacó.
Sebastián Marroquín comentó que no se trata de solamente exponer sino que el objetivo es sostener, en cada presentación, un diálogo con el público en un espacio de preguntas para que puedan mostrar sus dudas y “saciar su curiosidad” respecto al relato pormenorizado de su historia.
Refirió que se ha presentado ya en muchas ciudades de México, Panamá, Argentina y Colombia, entre otros lugares del continente, para además mostrar las “dos caras de la moneda” de su padre, que por un lado en casa era amoroso con su familia y en la calle un mafioso.
Con respecto a su visita a Colombia, resaltó que el objetivo primordial de visitar su país fue para “pedir perdón a las víctimas de mi padre, fue desde el lado de la reconciliación”, apuntó.
Sebastián Marroquín indicó que pretende compartir todas las experiencias y lecciones de vida que conserva del tiempo junto a su padre, Pablo Escobar, además de presentar su postura real de los hechos, en respuesta a la versión de los medios de comunicación, que para él no reflejan con certeza lo sucedido.
Afirmó que siempre está dispuesto a exponer todos los ángulos de su padre, tanto como líder, mafioso, hombre de valores y visionario, pero también como la persona que puso en riesgo a su nación (Colombia) por la vía del narcoterrorismo, el secuestro y la violencia.
Después de la ola de series televisivas, documentales y libros lanzados bajo pretexto de la vida delictiva de su padre, Sebastián, o Juan Pablo, decidió contar su propia versión de los hechos.