La canciller federal de Alemania, Ángela Merkel, respaldó hoy por primera vez públicamente la labor de los organismos y entidades que en el país luchan contra el terrorismo.
Era un gesto esperado por los policías y los servicios de inteligencia que, tras los atentados yihadistas de París y Bruselas, trabajan cada vez con más presión porque Alemania también se encuentra en el punto de mira de los extremistas.
“En la actualidad tenemos una situación de seguridad que requiere de la atención de todos las instituciones competentes”, dijo Merkel durante una visita al Centro Común de Lucha contra el Terrorismo (GTAZ, en sus siglas en alemán).
Reconoció que desde el ámbito político eran conscientes de que la situación había cambiado de forma “significativa”. No en vano, antes de la visita, la canciller federal, reunida con autoridades de la lucha antiterrorista, abordó durante dos horas aspectos de la amenaza islamista.
Junto a ella, estaba también el ministro del Interior, Thomas de Maziére, y los máximos responsables de la Oficina de la Protección de la Constitución, de la Policía Federal o de la Contrainteligencia militar.
El GTAZ se fundó en Alemania en 2004 como respuesta a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 perpetrados en Estados Unidos y aglutina a unos 40 funcionarios pertenecientes a diferentes organismos federales y regionales.
El centro sirve como una especie de plataforma de comunicación. “Es muy tranquilizador que aquí se trabaje de forma conjunta, intercambiando experiencias y haciendo lo imposible para garantizar la seguridad de los ciudadanos”, declaró Merkel.
Asimismo recordó la importancia de mantener el equilibrio entre la seguridad de la gente y su garantía a la privacidad, un aspecto que según Merkel “no siempre es sencillo en el ámbito político”.
Durante la reciente visita del presidente estadunidense Barack Obama, Merkel mostró su compromiso a colaborar estrechamente en la lucha contra el terrorismo internacional y, sobre todo, contra el Estado Islámico, organización terrorista a la que definió como la “mayor amenaza” en la actualidad.