El senador Manuel Cota Jiménez, presidente de la Confederación Nacional Campesina, manifestó que más del 50% de las mujeres en las zonas rurales en México son jefas de familia.
Lo anterior lo expresó con motivo del Día de la Madre, donde indicó que las mujeres rurales deben ser consideradas prioridad en las políticas públicas del gobierno, donde hay avances para su atención como con recursos y capacitaciones para su desarrollo.
Actualmente las jefas de familia rurales son beneficiadas por la Financiera Nacional para el Desarrollo Agropecuario, Pesquero y Forestal con créditos hasta por 230 mil pesos con una tasa del 6.5 %. Un beneficio que significa el incremento de la competitividad y dotar de espacios a las mujeres para su crecimiento.
El líder de la CNC destacó que la principal organización campesina sigue en su lucha por garantizar más y mejor educación para las mujeres, salud y atención médica, así como empleos bien remunerados; combatir la discriminación que sufren, elevar su bienestar y el de sus familias, pues sólo de esa manera las campesinas se podrán hacer cargo del desarrollo de sus propias capacidades, contando con las herramientas que para ello se necesite, precisó.
De acuerdo con estudios recientes, la mayoría de las campesinas son jóvenes, con escasos niveles educativos y con una tendencia a casarse a temprana edad y a tener menos hijos que antes. Además un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indica que una madre mexicana del sector rural trabaja 75% más que una brasileña, colombiana, ecuatoriana o uruguaya; 53% más que un hombre y 4 horas más que las madres que viven en las zonas urbanas.
Explicó que de la propiedad ejidal y comunal apenas el 17 % está en manos femeninas, que dos tercios de estas propietarias, el 63 %, superan los 50 años, que son viudas que heredaron una parcela en la fase final de su vida productiva y que sólo tendrán la posesión por un breve periodo.
Por último, al reconocer la aportación de las campesinas en la economía familiar, aseguró que su lealtad y compromiso con su grupo se refleja en el hecho de que en los últimos 20 años, la población económicamente activa femenina creció en 261 por ciento, mientras que la masculina se elevó en sólo 104 por ciento. Sin embargo, aclaró que su incorporación al mercado laboral no ha generado para ellas una mejoría en sus condiciones de vida, ya que sus ingresos son sólo para sobrevivir.