El Senado de Brasil iniciará este jueves la última etapa del juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, suspendida desde mayo y que puede ser destituida la próxima semana.
La decisión definitiva se prevé que será tomada entre el martes y el miércoles próximos, después de unas maratonianas audiencias que empezarán este jueves con la comparecencia de los testigos a favor y en contra de la mandataria.
Una vez que sean escuchados los ocho testigos, lo cual se prevé que concluirá la noche del viernes o la madrugada del sábado, el juicio será retomado el lunes, cuando Dilma Rousseff comparecerá para presentar su defensa.
Rousseff, la primera mujer presidente de Brasil, está acusada de haber realizado gastos sin la aprobación del Congreso y de haber manipulado las cuentas del Gobierno para ocultar la magnitud del déficit en el período previo a su reelección en 2014.
Son necesarios los votos de 54 de los 81 senadores para que Rousseff sea depuesta, una cantidad que actualmente todos los analistas dan como segura, por lo que el presidente en ejercicio Michel Temer terminaría su período hasta finales de 2018.
Una encuesta publicada el jueves por el diario O Globo mostró que 51 senadores planean votar para cesar a Rousseff, mientras que sólo 19 la apoyarán y 11 están indecisos.
Los asesores de Temer dijeron que esperan que al menos 60 senadores voten en contra de Rousseff.
En caso de que Dilma Rousseff sea despojada de su cargo, Temer seguirá en la Presidencia hasta el 1 de enero de 2019, cuando finaliza el actual mandato, pero si el Senado absuelve a la mandataria, esta recuperará el poder una vez que se publique la sentencia.
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