El Papa Francisco envió sus condolencias por las muertes del párroco de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en Poza Rica, Veracruz, Alejo Nabor Jiménez Juárez, y del vicario José Alfredo Suárez de la Cruz.
En una carta difundida por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) enviada al obispo de Papantla, José Trinidad Zapata Ortiz, y firmada por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, el pontífice manifiesta su firme condena a todo atentado a la vida y la dignidad de las personas.
“El Santo Padre expresa su más sentido pésame a vuestra excelencia, así como al clero, comunidades religiosas y fieles de esa querida diócesis, a la vez que ofrece sufragios por el eterno descanso de estos sacerdotes de Cristo, víctimas de una inexcusable violencia”, destaca.
Al mismo tiempo exhorta al clero y los agentes pastorales de la diócesis a continuar con energía su misión eclesial, a pesar de los obstáculos y siguiendo el ejemplo de Jesús.
En la misiva, que la Conferencia del Episcopado refirió fue recibida por la nunciatura apostólica en México, el Obispo de Roma se confiesa profundamente apenado por estos hechos y hace llegar a los familiares de los víctimas su cercanía en tan dolorosa prueba.
“El Papa Francisco imparte a dicha comunidad eclesial la confortadora bendición apostólica, como signo de esperanza cristiana del Señor Resucitado”, finaliza la carta.
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