Con un energético concierto, Thalía regresó al Auditorio Nacional donde rindió un breve homenaje al fallecido cantautor Juan Gabriel, a quien recordó con mucho cariño.
Casi 10 mil almas se dieron cita en el coloso de Reforma para ser parte de esta gira titulada “Latina Lover”, que arrancó con sus emblemáticos temas como “Un pacto entre los dos”.
De esta forma “La emperatriz de la belleza” rendía a sus súbditos, a quienes les profesó su cariño infinito, mientras que de fondo a través de breves imágenes se hacía un recuento de su carrera.
“Siempre hemos estado íntimamente conectados”, dijo la también actriz mientras entonaba “En la intimidad”, “Fuego”, “Cruzado”, “Sangre”, “Pienso en ti”, “Amarillo azul”, esta última en la que lució los tradicionales adornos de girasoles.
“No hay nada como estar en casa, en verdad, si solamente ustedes supieran lo que siento de estar aquí, con tanto amor; siento que sigo siendo la niña de Santa María la Ribera y que estoy viviendo un cuento de hadas que no quiero tocar”, dijo.
Pero si las palabras fueron acogedoras, la sensualidad que desbordó en el escenario hizo que su público la amara en esta velada, donde reconoció ser una niña tímida, que encontró en la música una forma de expresión que la libera.
“La música ha sido mi terapia desde chica y la con la música me automediqué, creo nos curamos de muchas cosas como la soledad”, apuntó Thalía, quien lució un corsé metálico con una falsa dorada, que la hacía emular a las diosas griegas.
Sin embargo, no podía dejar de agradecer y rendir tributo al recién fallecido Juan Gabriel, quien hace algunos años le dio el tema “Gracias a Dios”, que entonó con profundo cariño, así como “Insensible”.
Acompañada de su guitarra y disfrutando las muestras de cariño interpretó “Amore mio”, “Más”, “Por lo que”, y “Qué será de ti”, esta última con la que su público se convirtió en su coro.
Fuertes muestras cariño y algunos piropos invadieron la presentación de la intérprete, cuyo público celebro con ella este regreso musical, que arrancó en septiembre pasado en Estados Unidos.
Con el tema “Habítame siempre”, Thalía recordó a su madre, Yolanda Miranda, fallecida en 2011.
Dejando atrás la tristeza y poniendo un toque más latino y evocando a las exuberantes rumberas interpretó “Negra pena”.
En este recuento no podía faltar su historia como actriz recordando a las Marías que la inmortalizaron en telenovelas, así “María Mercedes” “Marimar” y “Maria la del barrio” se hicieron presentes pero también sentaron el precedente para poner un toque de ritmos más latinos.
En la recta final no podían faltar los temas “Amor a la mexicana”, “Piel morena”, “Seducción”, “Desde esta noche”, “A quien le importa” y “Arrasando”.
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