El ex sacerdote católico Raúl Villegas Chávez, ex vocero del Obispado de León y del Arzobispado de León, cesado por un escándalo en 2012 al ser reclamado de reconocimiento de paternidad, está detenido en Irapuato pendiente de imputación de los delitos de violación calificada, abusos sexuales y corrupción de menores que habría cometido en agravio de una menor de edad, estudiante de un colegio de Irapuato en el que él laboraba.
Villegas Chávez, fue aprehendido el pasado lunes por agentes de investigación criminal estatales y e internado en el CERESO de Irapuato a disposición del Juzgado Regional de Oralidad para imputación de esos delitos.
La Procuraduría General de Justicia le cumplimento orden de aprehensión girada por el mismo juzgado tras la investigación de una denuncia hecha por familiares de la menor mencionada, pero las autoridades ministeriales al igual que las judiciales no han informado en detalle del caso.
Ambas autoridades confirmaron la detención y la situación jurídica del supuesto violador.
Villegas Chávez fue presentado a audiencia inicial, para imputación de esos delitos este lunes, pero el juez e control concedió a imputado y su defensa, prórroga del término constitucional de 72 a 144 horas para que se allegue datos de prueba para su causa.
La audiencia fue declarada privada por el juez de control por tratarse de delitos de índole sexual y de una menor de edad como víctima.
Dicha audiencia reiniciará este viernes a las ocho de la mañana
Las imputaciones conocidas de manera extraoficial hasta ahora: Villegas Chávez emigró de León a Irapuato, donde actualmente se desempeñaba en un colegio privado.
De acuerdo con información extrajudicial, él se habría aprovechado de que impartía terapia a alumnas, para cometer los abusos de que ahora es imputado.
Mientras transcurre el término constitucional ampliado para que enfrente la formulación de imputación, Villegas Cávez permanece en prisión, a disposición del Juzgado Regional de Oralidad.
El segundo caso a religiosos.
Villegas Chávez, cuando era vocero de la Diócesis de León, conoció y en no pocas ocasiones llevó la voz oficial de la autoridad religiosa leonesa en otro caso criminal: el del sacerdote José Luis de Maria y Campos.
El entonces vocero llevó esa voz eclesíastica cuando el entonces obispo, Guadalupe Martín Rábago se abstuvo de sostener la defensa pública del entonces procesado por los delitos de abusos erótico sexuales (como se denominaba el tipo penal) y corrupción de menores.
Encargado de la Cuasiparroquia de Santa María de Cementos, José Luis de Maria y Campos fue denunciado por abusar sexualmente de acólitos.
Durante la investigación se mantuvo en su puesto, pero apenas fue girada orden de aprehensión, huyó al estado de Jalisco, donde finalmente fue aprehendido y trasladado a León.
Fue declarado formalmente preso por el juez séptimo de lo penal una vez que fue escuchado en declaración preparatoria y al final de procedimiento fue condenado a seis años de prisión.
Cumplió una parte de la condena en prisión, donde incluso se hizo cargo de la tienda del Cereso de León, y el resto de la pena lo purgó en semilibertad.
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