Un total de seis leoneses han perdido la vida a manos de policías preventivos en cinco incidentes y sólo uno de los casos registra a cuatro agentes policiales sujetos a proceso penal, durante lo que ha transcurrido de la administración de Héctor López Santillana en la alcaldía de León, en otros, las autoridades ministeriales nunca han revelado el destino de las investigaciones.
La actual administración Municipal no acaba literalmente de establecerse cuando dos hombres que circulaban a bordo de una motocicleta en la colonia Prados verdes, fueron arrollados por una patrulla de la policía municipal.
Los motociclistas fueron Juan Carlos de 31 años de edad y Óscar Daniel de 18 años, ambos vecinos de la colonia Las Américas.
El hecho ocurrió el domingo 25 de octubre del 2015 en Wigberto Jiménez Moreno y Río Escondido, donde el patrullero municipal José Luis Medel Casillas, los arrolló con la patrulla número 733.
Detenido y liberado luego bajo el depósito de una cuantiosa fianza, el Ministerio Público se reservó toda información sobre cómo procedió en ese caso.
Nunca se pronunció el Ministerio Público en el sentido de si el doble homicidio era producto de un accidente, o si hubo intencionalidad del conductor de la patrulla.
Castillos Viejos
La madrugada del 29 de julio del 2016, durante una intervención de la policía preventiva en Andador de las Culturas y Río Los Castillos murió baleado el adolescente César Eduardo Ojeda Torres, de 17 años de edad, quien tenía su domicilio cerca del lugar donde fue baleado.
César Eduardo fue trasladado por familiares al Hospital General Regional, pero no sobrevivió a un impacto de bala.
Por ese hecho el Ministerio Público abrió una investigación contra policías preventivos que intervinieron para hacer detenciones en ese sitio y obtuvo testimonios sobre un policía preventivo que habría disparado al adolescente cuando se daba a la fuga después de haber sido detenido.
Durante la investigación, fue denunciado el abandono de su trabajo por parte de un policía entre los investigados, mientras hasta la dirección operativa de la corporación era cuestionada.
Nadie ha sido detenido.
Un petardo
En agosto del 2016, otro joven perdió la vida a consecuencia del trato que recibió durante una intervención policlal preventiva.
Juan Daniel Ochóa Pérez, albañil de 19 años de edad, resultó con un traumatismo craneoencefálico por el estallido de un petardo que sostenía un policía municipal.
Juan Daniel fue detenido sin motivo alguno, según amigos suyos y su novia, y tras someterlo, en policía Víctor Manuel Santos, golpeó con el petardo a Juan Daniel y provocó involuntariamente el estallido del artefacto.
Ese estallido causó lesiones que acabaron con la vida del adolescente días después, pero además hizo perder dos dedos al policía municipal.
El Ministerio Público no ha informado como procedió con ese caso.
Al mes siguiente.
El ocho de septiembre del 2016, un hombre con problemas de adicción al alcohol, Alejandro Maldonado Medina, de 44 años de edad, fue detenido en el barrio de San Miguel por policías preventivos por falta administrativa y abordado a una camioneta pick up oficial para ser trasladado a una central de policía.
Quedó esposado junto a otros hombre arrestado, con dos bicicletas policiales en el mismo vehículo.
Pero los agentes preventivos, cuatro, se detuvieron a almorzar frente al jardín de ese barrio y al volver, advirtieron cuando Alejandro desprendió una pieza metálica de una de las bicicletas y la arrojó al pavimento.
Los reclamos fueron inmediatos y airados, pero el castigo vendría después. Los cuatro agentes lo trasladaron a la colonia León Uno, donde dos de ellos, los ciclistas, dieron una golpiza que le fracturó costillas, le lesionó órganos internos y terminó por provocarle la muerte.
Por esos hechos, tanto los dos policías ciclistas como los que tenían a su cargo aquella camioneta, fueron vinculados a proceso penal y quedaron en prisión preventiva por el delito de homicidio.
Luis Carlos Regalado.
La sexta víctima es el hombre golpeado la semana pasada a bordo de una patrulla, en la que fue fijado a la estructura mediante esposas metálicas.
Detenido en Cabo de Buena Esperanza y Doctrina Cristiana, de la colonia San Javier, fue trasladado a otro sitio donde sufrió la golpiza que terminó con su vida la madrugada de este martes.
Sus familiares y otras personas lo vieron abordar ileso la patrulla, y cuando dicha patrulla volvió al lugar del arresto por otros detenidos, ya se encontraba inconsciente.
Por ese homicidio buscará el Ministerio Público que sea juzgado por el delito de homicidio calificado el policía preventivo Lis Armando n, quien está sujeto ya a prisión y proceso penal por el delito de lesiones que ponen en peligro la vida. El cargo será modificado a homicidio.
En todos los casos, de acuerdo con las investigaciones reveladas hasta ahora, las víctimas eran personas inermes ante la intervención policial.
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