De acuerdo con la resolución judicial del caso de Alejandro Maldonado Medina, de 44 años, detenido y agredido en septiembre por policías preventivos de Léon, y muerto, sin atención médica en un separo, él fue victimado dos veces por autoridades municipales y el Ministerio Público sólo consiguió una sentencia por lesiones graves contra policías y si acaso, que sea castigado un homicidio culposo en la persona de una médica legista municipal.
Y es que, según el criterio judicial, que presidió un procedimiento abreviado en que se sentenció el caso que previamente habían acordado la fiscalía y los acusados con sus defensores, los policías causaron las lesiones graves de Alejandro Maldonado, pero no la muerte: esta la causó la falta de atención médica atribuible a una médica legista municipal.
Con esa resolución, que el Ministerio Público no impugnará, el caso de homicidio calificado quedó convertido en uno por lesiones graves, que fueron sentenciadas con tres años de trabajo en favor de la comunidad y la liberación de los cuatro imputados.
Es el caso del ebrio consuetudinario Alejandro Madlonado Medina, de 44 años de edad, arrestado en septiembre del año pasado en el barrio de San Miguel y esposado junto con otros detenidos en la caja de carga de una camioneta pick up, patrulla municipal, donde también fueron colocadas bicicletas de dos policías ciclistas, que hicieron el arresto por falta administrativa.
La agresión contra Alejandro se produjo después de que los detenidos fueran dejados en la patrulla, estacionada esta frente al jardín de San Miguel, mientras los agentes acudían a almorzar.
Alejandro desprendió una pieza metálica de una de las bicicletas policiales y la arrojó al piso, en una maniobra que fue descubierta por los agentes.
Los dos patrulleros ciclistas y dos a cargo de la camioneta, trasladaron a Alejandro hasta la colonia la zona de Las Hilamas, donde los ciclistas lo golpearon y dejaron herido de gravedad para luego remitirlo a los separos policiales.
Los agentes involucrados: Ángel Pablo Ramírez, Manuel Alejandro Jiménez Luna, Juan Ricardo Álvarez Lozano y Óscar Misael Cabrera Escobedo.
Alejandro murió poco después en un separo y el Ministerio Público logró la vinculación de los cuatro agentes a proceso penal por el delito de homicidio calificado, así como prisión preventiva para ellos durante el proceso.
Solo lesiones graves
Pero el pasado fin de semana en una resolución de procedimiento abreviado que no dejó de sorprender, el juez que presidió dejó libres del cargo de homicidio a los imputados y solo los sentenció por el de lesiones graves.
Esto en un procedimiento acordado previamente por el Ministerio Público, los defensores y los imputados, y sin la oposición de las víctimas indirectas, los familiares del ahora occiso, Alejandro, quien habrían recibido reparación del daño y manifestado su acuerdo para terminar el caso sin llegar a juicio de oralidad..
La base de la sentencia: la demostración pericial que hizo la defensa, según el criterio judicial, de que Alejandro no murió por las lesiones graves que le causaron los agentes, sino porque le falto atención médica.
Según la investigación ministerial, la médica legista municipal de turno a ingreso a separos de Alejandro, identificada como Wendy Chávez. ,no le prestó la atención requerida y permitió el ingreso del detenido cuando lo que requería era atención médica.
Eso liberó a los policías, en el criterio de la juez, del delito de homicidio calificado, pero ellos no fueron exhonerados. sino sentenciado por lesiones graves a tres trabajo en favor de la comunidad.
Hasta este lunes a mediodía, la Procuraduría General de Justicia no ha manifestado una postura respecto de esa sentencia y su ejercitará acción penal contra quien resulte responsable de esa muerte que, en este caso, ya no sería un homicidio doloso, sino culposo, en que caso de que tenga elementos suficientes para perseguir esa muerte.
Y así los hechos y la resolución judicial: una agresión premeditada, planeada y ejecutada con ventaja, terminó con un castigo leve a sus autores y está verse si termina con un castigo contra quien ahora es señalada como la causante de un homicidio por negligencia.
A Alejandro, lo victimaron primero los policías, con dolo y luego la médica, por negligencia. Todos ellos sujetos a la observación de un protocolo municipal que en esta ocasión, al menos los primeros, no observaron. Contra ella ni siquiera han sido formulados cargos.
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