Aunque las pastillas para dormir en ocasiones son efectivas en el tratamiento para mejorar el sueño, los adultos mayores corren mayor riesgo de sus efectos secundarios como mareo, váguidos y riesgo de dependencia, alertaron Investigadores del Instituto Mayo Clinic.
En un comunicado, los especialistas piden a las personas mayores con dificultades para dormir tener más cuidado con estos medicamentos, pues también pueden suprimir la respiración, lo que puede agravar algunos problemas respiratorios como la apnea del sueño.
Además, entre otros efectos secundarios están los problemas con el pensamiento, la memoria, los movimientos corporales, rendimiento físico y sopor al despertar, como se le conoce al estado intermedio entre el sueño y la vigilia.
También, las pastillas para dormir pueden aumentar el riesgo de caídas, sobre todo en la noche.
Entre los fármacos de acción corta de nueva generación que se usan como primera alternativa y con más frecuencia están el zaleplón (Sonata), el zolpidem (Ambien y otros) y el ramelteón (Rozerem).
La clínica menciona que a pesar de que es común presentar efectos secundarios, los mismos tienden a suscitarse con menor frecuencia y gravedad que con las benzodiacepinas de generación más antigua.
Y para los que tienen depresión, los especialistas aconsejan dosis bajas de antidepresivos que causan somnolencia como la amitriptilina, el doxepín (Silenor), la mirtazapina (Remeron) y el trazodón.
Los expertos del sueño de Mayo Clinic recomiendan a las personas mayores utilizar poco las pastillas para dormir y en caso de necesitarlas, consumirlas durante un período breve.