A unos días de que reiteró que no entregaría el Estadio a sus nuevos dueños en lo que resta de su mandato, el gobernador Miguel Márquez admitió que la entrega podría darse en breve por lo que solo queda iniciar el proceso de expropiación que podría darse con ocupación previa.
El mandatario estatal dijo que esta resolución se veía venir porque el proceso se encontraba “en terapia intensiva” y que ahora se buscará rescatar el inmueble.
Al final del día creo que tenemos que convivir, ¿no?, en el estadio viejito y el nuevo, y respetar la ley al final del día, si ya la justicia establece que es de ellos, aunque para nosotros, yo en lo personal, sigo creyendo que es una injusticia lo que se resolvió, podrá estar totalmente apegado a lo jurídico, pero totalmente injusto. Es un robo en despoblado”, dijo.
El jefe del ejecutivo dijo que de cualquier manera, el uso de suelo de ese predio seguirá siendo deportivo por lo que no podrá emprenderse ningún otro proyecto en la zona y en su momento, se podrá echar a andar la construcción de una macroplaza en ese mismo lugar una vez que se consume la expropiación.
De manera paralela, sigue adelante la construcción del nuevo estadio cuyo proyecto ejecutivo costará 50 millones de pesos en una inversión totalmente privada que ayuda a las finanzas locales porque no hay que “soltar” ni terrenos ni recursos.
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