Más de 40 disparos desde dos diferentes ángulos recibió la camioneta que conducía el comandante Antonio de Jesús Báez Tapia el día que lo mataron.
Poco más de 10 disparos en la portezuela y arriba de 35 en el parabrisas, sin los que se pueden observar en la carrocería de la camioneta tipo Pick up gris que tenía asignada el comandante y que conducía el sábado pasado.
El ataque desde dos flancos se perpetró desde dos flancos, de frente y del costado derecho, del lado del conductor.
Minutos antes de su muerte, el comandante Báez Tapia estaba en el estadio por el partido del Club León, dado que era un mando y no un oficial raso tuvo que salir a realizar algunos pendientes a la Delegación Oriente y ahí ordenó a su escolta concluyera unos formatos en tanto el iría a abastecer gasolina a la unidad pues tenía que regresar al estadio.
En el trayecto de la Delegación Oriente a la gasolinera del libramiento Morelos y bulevar Vicente Valtierra fue emboscado.
Apenas dos días antes el comandante había sido reinstalado de cargo, por orden de sus superiores lo movieron de grupo, el pasado jueves le notificaron que ya no estaría como encargado del Grupo de Reacción, sino de una sección o delegación por su tranquilidad y protección.
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