A la pena máxima que se impone en Guanajuato fueron condenados tres de seis participantes en el homicidio de la pequeña Mariza Paloma de dos años, su padre Ernesto y las lesiones graves de su madre, Ana Nayeli, en el atentado homicida cometido por sicarios equivocadamente contra esta familia en la colonia Espárragos de Silao, el 20 de junio de 2017; pero dos de ellos además están condenados a otros 28 años de prisión.
Roberto Javier, alias el Quiotitas, José de Jesús, alias Panzón y Armando, alias Junior, fueron declarados culpables en juicio de oralidad de los dos homicidios y de las lesiones graves de Anayeli, aunque hay otros tres detenidos del mismo caso.
El Ministerio Público probó ante el juez de oralidad que los tres participaron en el ataque a balazos lanzado contra Maritza Paloma y su familia, en la planta baja de la finca en que habitaba con sus padres, en la colonia Espárragos la tarde del 20 de junio.
Las investigaciones de los crímenes establecieron posteriormente que los sicarios fuertemente armados atacaron por equivocación a esta familia cuando en realidad buscaban a un matrimonio que habitaba la planta alta del mismo edificio y que presuntamente se dedicaba a la venta de mariguana.
Al concluir el juicio contra estos tres detenidos, el juez los condenó a 66 años de prisión por el doble homicidio y las lesiones de Ana Nayeli, pero la ley penal solo autoriza en estos delitos una pena máxima de prisión, que sería lo que deberán cumplir su la sentencia queda firme.
Sin embargo, Roberto Javier, alias Quiotitas, José de Jesús, alias Panzón, ya habían sido condenados a 38 años de prisión por otro homicidio cometido también en Silao.
En el caso de ellos, deberán cumplir primero una penal y luego la otra, con lo que su estancia en la cárcel se extendería a 88 años de prisión.
Pero la condena por los asesinatos de Maritza Paloma y su familia fue dictada en primera instancia y los sentenciados podrían interponer recurso contra ella o buscar un amparo directo contra ella.
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