México será sede del telescopio francés del proyecto franco-chino Space-based multi-band astronomical Variable Objects Monitor (SVOM), el cual estará conformado por telescopios terrestres y un satelital, informó la Agencia Informativa del Conacyt.
Gracias a esto se impulsará la internacionalización del Observatorio Astronómico Nacional de San Pedro Mártir en Ensenada, Baja California, que forma parte del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó el Conacyt.
La participación de México en este proyecto se logró tras la firma de un acuerdo entre el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES, por sus siglas en francés), la Universidad de Aix-Marsella, el Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en francés), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la UNAM, durante la visita oficial de México a Francia el 13 de julio.
“China y Francia son responsables de instalar su propia infraestructura terrestre para SVOM, Francia nos contactó para conocer nuestro interés no solo en albergar su telescopio, sino colaborar científicamente también”, dijo el director del Instituto de Astronomía, el doctor William Henry Lee Alardín.
“A ellos les atrae México por el buen sitio que tenemos, porque hay infraestructura para colocar el telescopio y también personal que puede mantenerlo, porque se puede hacer colaboración y porque podemos hacernos cargo de ciertas partes del proyecto”, añadió.
El proyecto SVOM pretende observar y estudiar eventos de altas energías, sobre todo buscar los llamados eventos de rayos gamma, consideradas explosiones muy poderosas, detalló la agencia del Conacyt.
Para esto, China y Francia colocarán en órbita un satélite con el mismo propósito. SVOM se compone de observaciones terrestres y satelitales.
“Una parte integral del proyecto es la infraestructura en tierra que le dará seguimiento rápido y automático a lo detectado por el satélite”, resaltó el director.
En México, se implementará el telescopio de 1.3 metros de apertura que además contará con cámaras que tendrán la capacidad de observar el espacio en las longitudes de onda que pertenecen a la luz visible e infrarroja.
En el acuerdo establecido, México tiene la obligación de construir el sitio sede y el diseño y construcción de la cámara que observará en luz visible, mientras que Francia se encargará de adquirir el telescopio, pulir el espejo primario y diseñar y fabricar la cámara infrarroja.
La montura en que será puesto el telescopio será moderna y rápida, pues guiará el telescopio y sus cámaras hacia la dirección que el satélite indique para poder observar estas fuentes de rayos gamma, alrededor de 30 segundos después de la alerta.
“La idea del satélite es que registre destellos en el espacio, entonces todo el satélite volteará de inmediato y observará. Después se transmitirá la alerta a la Tierra. Entre un evento y otro pasa tiempo, la emisión de rayos gamma dura algunos segundos o minutos cuando mucho”, indicó el investigador.
“En visible o en rayos X, la emisión dura horas, días o semanas. En esos tiempos sin eventos, el satélite se utilizará para otros programas científicos de investigación”, explicó.
Algunos de estos programas de investigación secundarios incluyen la observación de explosiones de supernova, núcleos activos de galaxias y estrellas de neutrones; en estos también existirá colaboración mexicana.
Toda la infraestructura y aparatos astronómicos especializados deben estar instalados antes de 2020, fecha en que China y Francia planean lanzar su telescopio satelital.
“Nuestro plan es tener instalado el telescopio en 2018, parece mucho pero no es tanto. En esos tres años tenemos que hacer diseño y construcción del edificio, de la cámara visible y los instrumentos”, comentó Lee Alardín.
De acuerdo con la agencia del Conacyt, la intervención mexicana en SVOM abrirá las puertas a más investigación y proyectos internacionales en México; además, existirá la posibilidad de que estudiantes y becarios posdoctorales se acerquen a la investigación de la UNAM.