La Coparmex celebró la alianza Centro Bajío-Occidente que fragua Guanajuato con Jalisco, Aguascalientes, Querétaro y San Luis Potosí, pero advirtió que es una región que tiene dos grandes problemáticas: la inseguridad y la pobreza extrema.
En un posicionamiento publicado en conjunto con otros líderes de la Coparmex, su presidente nacional, Gustavo de Hoyos, destacó que las regiones Bajío y Occidente son el motor económico del país, pues su economía ha crecido casi 40 por ciento más que el promedio nacional, en los últimos siete años, y uno de cada cinco pesos que México exporta, es producido en estas zonas.
Sin embargo, también advierte que más de medio millón de personas que habitan en los referidos estados, viven en condiciones de pobreza extrema; la violencia y la inseguridad han ido al alza especialmente en Jalisco y Guanajuato, quienes en el primer trimestre del año ocuparon el tercer y cuarto lugar por número de delitos registrados.
A estos retos deben agregarse, por mencionar algunos, la falta de infraestructura y de una estrategia en materia de sustentabilidad ambiental. No podemos dejar de lado las problemáticas relacionadas a la escasez de agua, el rezago educativo de la región, la ausencia de planeación estratégica con la ciudadanía, y los retos de movilidad en las ciudades. Aunado a esto, existe una fuerte dependencia económica y legal del Gobierno Federal”, dijo Gustavo de Hoyos.
Agregó que empresarios y especialistas, en conjunto con los gobernantes, buscarán que el Bajío – Occidente sea la región con el mayor nivel de competitividad en América Latina, para lo cual primero se hará la conformación legal de la Alianza para dotarle de presupuesto, personalidad jurídica y gobernanza.
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