La mamá de Marco Antonio Reyes, el joven de 23 años presuntamente golpeado por policías, pidió al Gobierno municipal que sancione a los responsables y le apoyen con los gastos médicos, pues ya lleva dos semanas hospitalizado y ella no puede ir a trabajar por tener que cuidarlo.
Tras apersonarse en sesión del Ayuntamiento, narró que el 9 de agosto, elementos de la Policía federal detuvieron a su hijo por tomar alcohol en vía pública y le pidieron 2 mil pesos, pero al no acceder a esta petición, entonces lo entregaron a la Policía municipal.
Cuando los policías presentaron a su hijo ante un juez cívico en la delegación sur de la Policía, su estado de salud ya era grave y tuvo que ser trasladado al hospital, por lo que su madre asegura que fueron los policías municipales quienes lo dejaron en esa condición.
Mi hijo no era malo, o sea, no era de que por agarrarlo no hizo nada, (dicen que lo agarraron) que en una riña, ¿por qué si era una riña no agarraron a los demás?, ¿por qué no hablaron a la Cruz Roja? Mi hijo me ayuda a vender ropa, somos comerciantes”.
(Los responsables son) los policías municipales de la 156, no los conozco; mis hijos, si se los ponen, sí saben quién son”, afirmó.
Además, la mamá de Marco Antonio sostuvo que, contrario a lo informado por la Secretaría de Salud de Guanajuato, su hijo, antes de ser golpeado, no presentaba ninguna molestia en los riñones.
Mi hijo nunca se había quejado de los riñones, en nada, ya de ese día ya no le funcionan; diario, cada tercer día, me le hacen una hemodiálisis, ya lo entubaron, ayer le quitaron el tubo, ya mi hijo está un poco mejor, pero de los riñones nunca va a quedar bien”.
Agregó que es riesgoso que los policías involucrados en este hecho, que llegaron a bordo de la unidad 156, sigan en activo a pesar de lo ocurrido.
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