Washington.- El Papa Francisco reconoció hoy las contribuciones de los inmigrantes a Estados Unidos y se pronunció por una sociedad “tolerante e incluyente” que rechace “toda forma de discriminación injusta”.
Ante el presidente estadunidense Barack Obama y más de 11 mil invitados especiales en su primer mensaje en Estados Unidos, el jerarca católico sostuvo que su visita será oportunidad de “encuentro y diálogo” para escuchar y compartir muchas de las esperanzas y sueños del pueblo norteamericano.
“Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias”, señaló el Papa hablando en inglés, durante la ceremonial recepción como jefe de Estado en la jardín sur de la Casa Blanca.
“Señor presidente, los católicos estadunidenses, junto con sus conciudadanos, están comprometidos con la construcción de una sociedad verdaderamente tolerante e incluyente, en la que se salvaguarden los derechos de las personas y las comunidades, y se rechace toda forma de discriminación injusta”, señaló.
El líder de los católicos pidió por ello de los estadunidenses apoyar las iniciativas de la comunidad internacional “para proteger a los más vulnerables de nuestro mundo y para suscitar modelos integrales e inclusivos de desarrollo”.
El Papa indicó que a los católicos estadunidenses les preocupa también que los esfuerzos por construir una “sociedad justa y sabiamente ordenada” respeten sus más profundas inquietudes y su derecho a la libertad religiosa.
“Libertad, que sigue siendo una de las riquezas más preciadas de este país. Y, como han recordado mis hermanos obispos de Estados Unidos, todos estamos llamados a estar vigilantes, como buenos ciudadanos, para preservar y defender esa libertad de todo lo que pudiera ponerla en peligro o comprometerla”, advirtió.
El mensaje del Papa generó amplia expectativa entre la comunidad de inmigrantes de Estados Unidos, que desean que el Papa se pronuncie en favor de una reforma migratoria, en especial cuando se dirija este jueves a ambas cámaras del Congreso estadunidense.
Anoche un contingente de 100 mujeres que recorrió a pie 100 millas (160.9 kilómetros) en solidaridad con los inmigrantes, celebró una vigilia cerca de la Casa Blanca para orar por los miles de indocumentados detenidos y pedir el apoyo del Papa Francisco para su liberación.
Las mujeres, que llegaron procedentes de todo el país, pero en especial de organizaciones defensoras de los inmigrantes en California, Texas, Arizona y Nevada, consideraron importante que el Papa busque persuadir al Congreso sobre la urgencia de una reforma migratoria.
En su menaje, el Papa Francisco calificó como un “honor” poder hablar ante el Congreso estadunidense, donde fue invitado por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano de Michigan, John Boehner, de religión católica.
“Espero, como un hermano de este país, transmitir palabras de aliento a los encargados de dirigir el futuro político de la nación en fidelidad a sus principios fundacionales”, señaló.
El Papa también viajará a Naciones Unidas y a la Zona Cero en Nueva York, y a Filadelfia, en ocasión del Octavo Encuentro Mundial de las Familias.
El jerarca católico señaló que en su visita a la histórica ciudad de Filadelfia, cuna de la independencia de Estados Unidos, aprovechará para “celebrar y apoyar a la institución del matrimonio y de la familia en este momento crítico de la historia de nuestra civilización”.