edellín logró doblegar a las mafias de la droga y dejo atrás el estigma de tener el primer lugar como la ciudad más violenta del mundo, para convertirse en una de las localidades más innovadoras y modernas en Colombia y América Latina.
“Hemos golpeado fuertemente a las bandas criminales que atacan nuestra ciudad, hemos disminuido su capacidad criminal y hemos aumentado la capacidad del Estado para atacarlas y dominarlas”, dijo en entrevista el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria.
Hace más de 20 años, Medellín ocupaba el primer lugar en el mundo en violencia por las acciones de terror de las mafias de las drogas, dirigidas por Pablo Escobar, el capo del narcotráfico más violento del mundo, quien fue abatido en un operativo en diciembre del 1993.
En 2015 el índice de homicidios en Medellín, según el alcalde Gaviria, disminuyó en un 96 por ciento, comparado con las estadísticas de hace más de 20 años.
“Hoy Medellín pasó de ser el primero del mundo en tasa de homicidios y ahora estamos a punto de salir de las cien primeras ciudades del mundo, en la lista de violencia”, señaló el burgomaestre colombiano.
Para Gaviria, las autoridades de la ciudad aún tiene muchos retos, pero el objetivo es avanzar para que Medellín se consolide como ciudad segura, moderna, innovadora en lo tecnológico, social, cultural ambiental y recreacional.
Medellín dejó a tras el estigma de ciudad violenta porque las administraciones desde hace 20 y 25 años atrás, lograron enfrentar a fondo y detener el avance de la criminalidad, como fue el cartel de Medellín, que fue desarticulado con la muerte de Escobar.
“Las autoridades de hace más de 20 años no se dejaron doblegar de la violencia que vivió la ciudad en su mayor crudeza”, reiteró Gaviria, quien no se cansa de destacar la lucha de los alcaldes anteriores contra el crimen organizado.
Para el funcionario hay una gran responsabilidad en el desarrollo sostenido de la ciudad en las administraciones anteriores y los últimos alcaldes empezaron a “cultivar y cosechar los cambios y las transformaciones de la ciudad”.
Explicó que los ejes principales para la transformación de Medellín son: educación, construcción de equidad en las transformaciones urbanas, equidad e igualdad en el uso del espacio público, además del trabajo conjunto y coordinado de los sectores públicos, privados, académicos y comunitarios.
“Esta mezcla en el trabajo nos ha dado éxito -dijo-. Y yo creo que hay que ser franco: Medellín es un buen estándar de administración pública desde hace mucho tiempo atrás. Los alcaldes independientemente de nuestra afiliación política, trabajamos con respeto, continuidad en las políticas y con principios”.