A cinco años del rescate de los 33 mineros desde esta mina, distante 900 kilómetros al norte de Santiago, la mayoría de los trabajadores se encuentran en Roma, a la espera de la audiencia que tendrán con el Papa Francisco.
Los 32 mineros chilenos y uno boliviano comenzaron el pasado miércoles, por separado, a desplazarse hacia Italia, donde esta semana serán recibidos por el Papa en El Vaticano y verán juntos la cinta “Los 33”, de la mexicana Patricia Riggen.
El viaje, señalaron a Notimex fuentes ligadas a los mineros, se gestó hace varias semanas y corresponde a una invitación de uno de los productores que financiaron la cinta protagonizada por Antonio Banderas y Juliette Binoche, entre otros actores.
La invitación a Roma incluyó a la esposa de cada minero, los que no tendrían contempladas otras actividades oficiales como grupo en Europa, aunque, según las fuentes, podrían generarse otras invitaciones en el Viejo Continente tras la audiencia con el Papa.
El estreno de la cinta en noviembre próximo, en varios países, podría llevarlos a visitar Estados Unidos, India y China, viajes de los 33 mineros que aún están en estudio.
Este martes se cumplen cinco años exactos del rescate de los trabajadores desde 700 metros de profundidad luego de estar atrapados por 70 días en este yacimiento de oro y cobre de la Región de Atacama.
La suerte de cada uno de ellos ha sido dispar tras su salida de la mina. Mientras algunos siguieron ligados a la minería en esta desértica región chilena, pese a los traumas sicológicos de la experiencia, otros se encuentran sumidos en la cesantía.
Otro grupo cambió de oficio y se gana la vida, por ejemplo, dando charlas motivacionales, por lo que tienen un nivel de vida superior al de sus compañeros, viajan a otros países e incluso uno de ellos creó una fundación para ayudar a los más necesitados.
El derrumbe en esta mina se produjo el 5 de agosto de 2010 y sólo 17 días después los sondajes hacia el interior del yacimiento permitieron comprobar que los atrapados estaban bien. Los mineros enviaron un mensaje en el taladro con la frase “Estamos bien en el refugio los 33”.
Tras la llegada de esa señal de vida los rescatistas y familiares, reunidos en el Campamento Esperanza, estallaron en gritos y comenzaron a celebrar este verdadero “milagro” que significaba que estuvieran con vida todos los trabajadores.
De inmediato se planificó el rescate y se llegó a la conclusión que la mejor alternativa era construir un ducto de casi 700 metros de extensión por el cual se bajaría una cápsula de rescate para sacar a los 33 trabajadores.
De esta forma, la noche del 12 de octubre de 2010 bajó por primera vez la “Fénix 2” hacia las profundidades de la Mina San José con un rescatista, quien instruyó a cada uno de los mineros sobre la forma en que se realizaría el rescate.
El primer rescatado fue Florencio Avalos, quien llegó a la superficie el 13 de octubre de ese año, 10 minutos después de la medianoche, tras lo cual la cápsula volvió a bajar hasta completar, a las 21:56 de ese día, el rescate de los 33.
La mayoría de los mineros fue recibido por el presidente Sebastián Piñera (2010-2014) y por varios funcionarios de gobierno y familiares, tras lo cual los rescatados eran llevados a un hospital de campaña y minutos después en helicóptero a la ciudad de Copiapó.
La mina San José hoy se encuentra cerrada para la explotación y sólo permanece en el lugar un cuidador y el minero rescatado Jorge Galleguillos, quien se encarga de mantener viva la historia y atiende a los turistas que llegan al lugar.
Tras recibir la capacitación respectiva, Galleguillos detalla a los visitantes los hitos de la mina, desde el Campamento Esperanza hasta el lugar por donde salió el primer mensaje de vida y el ducto por donde se realizó el rescate.
El ex capataz del yacimiento, con más de 30 años de trabajo en la San José, buscará crear un “museo de sitio” en el lugar para preservar a futuras generaciones la historia del rescate.
Este proyecto podría quedar trunco debido a que el dueño de la mina, Alejandro Bohn, busca por estos días concretar la venta de las mil 500 hectáreas del yacimiento en varios millones de dólares.