De acuerdo a lo que informan familiares, la Secretaría de Seguridad Prevención y Protección Ciudadana no ha cumplido con las recomendaciones que realizó la Procuraduría de Derechos Humanos en el caso de Omar, el agente de Policía que resultó lesionado de un disparo cuando un armero retiraba su pistola a cargo.
El incidente se registró el pasado 10 de enero del año 2020 alrededor de las 6:30 de la tarde en la Delegación Poniente.
El agente llegó a entregar su equipo y colocó el arma en el módulo, en ese momento el armero sacó la mano y se disparó directo hacia el abdomen del oficial.
Derivado de la queja interpuesta y tres resoluciones firmes hacia la Secretaría de Seguridad por Actos Violatorios a Derechos Humanos, se recomendaba brindar atención psicológica inmediata para el agente herido, para su esposa y para su hijo que en ese entonces tenía 11 años y actualmente tiene 14 años, pero hasta el momento no se ha cumplido.
Otra fue una disculpa por escrito por parte de las personas que afectaron los derechos del oficial, una más indicaba que se realizará un proceso administrativo a las personas involucradas en la violación a sus derechos, entre otras.
Lo que el oficial y su familia piden es que cumplan sobre todo con los aspectos de atención psicológica y con las recomendaciones del médico tratante, en este caso su psiquiatra sobre todo por las crisis que ha presentado.