Hay pocas probabilidades de que actualmente Guanajuato pueda presentar un brote de sarampión; sin embargo, si no llegan las vacunas para prevenirlo a más tardar en octubre, entonces sí existiría un riesgo real de que ocurra.
Así lo dio a conocer el infectólogo de la Secretaría de Salud del estado, Juan Luis Mosqueda Gómez, quien explicó que, ante los casos registrados en Nuevo León, Estado de México y San Luis Potosí, Guanajuato en estos momentos está protegido pues supera el 95% de la población vacunada, que es el estándar para evitar su propagación.
No obstante, subrayó que actualmente en el estado ya no hay disponibles vacunas para prevenir el sarampión, una enfermedad sumamente contagiosa, por lo que, si no llegan antes de octubre, entonces sí habría riesgo de que surja un brote.
“Yo creo que es muy probable que un día alguien llegue del extranjero con sarampión, de otro estado, pero es muy poco probable que se presenten casos alrededor porque nosotros tenemos buena tasa de vacunación, nosotros sí tenemos más del 95% requerido.
“Por eso también ha sido nuestra preocupación reciente, porque al día de hoy no tenemos vacuna de sarampión en el estado, entonces ahorita no estamos vacunando a los niños ni a los adultos, entonces nuestro 95% que teníamos de vacunación, si se tarda en llegar la vacuna, vamos a bajar del 95% y entonces entramos al riesgo de que esto trascienda”, declaró en entrevista.
Refirió que una persona enferma de sarampión puede contagiar hasta a otras 18 personas, por lo que la única forma de prevenirlo es no dejar que caiga el porcentaje de población vacunada, y refirió que los niños requieren dos vacunas, una al año de nacido y la otra a los seis años, mientras que los adultos deben garantizar que sí cuenten con sus dos aplicaciones.
Además, Juan Luis Mosqueda pidió a la población estar atenta a los síntomas de la enfermedad.
“El sarampión es una enfermedad que da ronchitas que empiezan en la cara y luego bajan al cuello, al tórax y las piernas, es decir, como que empieza de arriba y van bajando las ronchitas, y se suele acompañar de fiebre, entonces nosotros vigilamos mucho los casos así, todos los casos que tienen ronchitas y además fiebre, los vigilamos para ver que no vaya a ser un caso de sarampión o de rubéola o alguna de estas enfermedades”, apuntó.
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