La Colectiva Alumnas UG en Sororidad denunciaron que el director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, Alejandro Caldera Ortega, así como el secretario académico de la misma, Juan Antonio Rodríguez González, tratan de minimizar los casos de acoso sexual comprobados ya por la propia autoridad universitaria, y con ello, poner a estudiantes del campus en contra suya.
Lo anterior, a pesar de que la Comisión de Honor y Justicia de la Universidad anunció la semana pasada la suspensión por ocho días a seis profesores por acoso, y la amonestación a tres más por este mismo motivo.
En rueda de prensa, integrantes de la Colectiva afirmaron que tanto Caldera como Rodríguez han acudido a salones para afirmarles a los alumnos que los casos denunciados no se tratan de acosos reales, sino de meras interpretaciones hechas por las víctimas, lo que ha derivado en ciberacoso y agresiones hacia ellas.
“La postura que han tomado el director de esta división y el secretario académico es de doble moral, por un lado, cuando estamos reunidos con ellos, dicen estar en apoyo nuestro, dicen reconocer el problema; sin embargo, acuden a otros salones y permean el sentido crítico de los estudiantes, entonces los vuelven en contra de nosotras, les están diciendo que no es acoso, que es interpretación, están minimizando el problema todavía, se encuentran completamente insensibles a él”, dijo.
También pidieron que Alejandro Caldera ofrezca una disculpa pública, ya que al inicio del proceso intentó deslegitimar sus denuncias, e indicaron que lo ideal sería que los profesores que fueron encontrados responsables de esta conducta, ya no estuvieran en el campus, pues ello significa una amenaza latente de que pueda haber más víctimas de acoso sexual.
“Eso es algo demasiado complejo, preocupante, porque algunas hemos sido víctimas, han sido víctimas, y lo que no queremos es que haya más víctimas de esos profesores acosadores, por eso recalcamos que no es suficiente los ocho días, la amonestación, sino que incluso, como una actividad preventiva, es quitarlos de su cargo, de su puesto (…) desde el principio (lo pedimos), pero como sigue por la vía institucional, y en la normatividad dice que tal sanción, pues ese fue el resultado”.
En tanto, la profesora de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, Mónica Sánchez, urgió a las autoridades universitarias a implementar las medidas necesarias para recomponer el tejido social del Campus, ya que sostuvo que el ambiente universitario está polarizado.
“La Secretaría Académica de la División es un órgano que se encarga de hacer una diferencia muy contundente entre los alumnos callados y quienes levantan la voz: se les niegan recursos, se les busca personalmente en el salón, se les saca de horas de clase, son prácticamente inviables para ningún tipo de promoción de actividad que se vincule con la vida académica de esta división”.
“Mi pregunta sigue siendo la misma: ¿En qué momento las autoridades de esta universidad van a trabajar por recomponer el tejido social? Los alumnos no pueden odiarse, y no pueden ser utilizados como carne de cañón de los acosadores para seguir violentando a sus propios compañeros porque finalmente todos están en el mismo barco”, explicó.
La Colectiva Alumbas UG en Sororidad también revelaron el nombre de Guillermo Jacobo Gómez como uno de los que fueron denunciados por acoso sexual, pero que no fue sancionado ya que desde 2017, está jubilado, por lo que no podría aplicársele una suspensión como a los otros seis docentes.
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